LONDRES, Inglaterra, 9 de febrero (AP).- Con sus hinchas cada vez más nerviosos, el técnico de Liverpool Juergen Klopp sabía que sus jugadores tenían que ratificar que son un equipo decidido por el título al enfrentar el sábado a Bournemouth.
Lo cumplieron con una contundente victoria 3-0 en Anfield que no solo les permitió recuperar el liderato de la Liga Premier, sino que demostraron que el miedo a otro derrumbe de fin de temporada quizás sea exagerado.
“Queríamos mostrar que podemos reaccionar. No solo responder, sino jugar bien y convencer”, dijo Klopp, cuyo Liverpool busca su primer título de liga desde 1990, pero que dejó esfumar una ventaja de siete puntos sobre el Manchester City en las últimas semanas.
“Los aficionados se ponen nervioso por todo. Eso no solo pasa en Liverpool. Es una cosa del fútbol”, añadió.
La victoria del sábado fue inapelable. Tras un par de empates 1-1, Liverpool recuperó la pegada.
Se atascan de roscas
EN MILAN, Nápoles malogró la oportunidad de reducir a seis puntos la diferencia que le separa del líder Juventus al atascarse el sábado con un empate 0-0 en su visita a la Fiorentina.
Juventus, en una marcha que parece inexorable para conquistar un octavo scudetto seguido, podría ampliar a 11 unidades su ventaja si el domingo vence a Sassuolo.
Nápoles sufrió con la baja de su defensor Mario Rui por una dolencia muscular cuando apenas habían transcurrido cinco minutos, teniendo que ser reemplazado por Faouzi Ghoulam.