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La migración fortalece el ajedrez

Juan Diego Casanova Medina

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Los constantes torneos, la proliferación de buenos entrenadores, incluso cubanos, tener un céntrico club donde se juega gratis, así como amplia cobertura periodística que se le da a la actividad han convertido a Yucatán en un paraíso nacional del ajedrez.

Son muchos los destacados combatientes del tablero que, procedentes de otros estados o países, se han establecido en Yucatán a últimas fechas o desde hace muchos años y ganan premios con frecuencia. Y los competidores inmigrantes poco conocidos o que de plano se ignora su existencia son muchos más.

Desde hace décadas, pero sobre todo en los últimos calendarios, esa inmigración ha fortalecido mucho a las filas de trebejistas. Por algo Yucatán marcha a la vanguardia nacional de esa disciplina.

En somero repaso de los competidores que han llegado de fuera para nutrir las filas locales, se puso de manifiesto que hay más de 20 guerreros del tablero en esa situación.

Los dos historiadores del deporte-ciencia yucateco, el árbitro y entrenador Miguel Ricardo Sosa Pérez y el ex campeón estatal Jorge Alberto Balam Díaz, secretario del club “Bobby Fischer”, corazón de la céntrica “Casa del Ajedrez”, dieron a conocer los nombres de los más conocidos inmigrantes y sus lugares de procedencia.

En primer lugar, mencionaron a los extranjeros, entre ellos los más recientes llegados, los hermanos Adam y David Kramar, quienes nacieron en Hungría, en donde se trasladaron a Costa Rica y de ahí vinieron a Yucatán, que es su residencia desde el año pasado.

El primero de ellos se coronó en diciembre pasado en la categoría Sub-8 del Torneo Internacional “Carlos Torre Repetto In Memóriam”. Ambos hermanos europeos son asiduos asistentes al “Bobby Fischer”, donde van numerosos jugadores fuertes y aprovechan para foguearse.

Otro fuerte foráneo que se ha avecindado en la entidad es el Maestro Internacional cubano Juan Carlos Obregón Rivero. Él tiene nivel de Gran Maestro y ha estado ganando las más fuertes competencias nacionales, junto con otro isleño de origen, el GM Juan Carlos González Zamora, quien desde hace más de cinco años vive en Mérida.

Desde Venezuela llegó el entrenador Wasdín Antonio Muñoz Ricardo con su familia para probar suerte en la cuna de Carlos Torre. Wasdín, fuerte competidor, también hace sus pininos en el arbitraje, actividad en la que es autodidacta.

El venezolano, quien raramente se pierde alguna competencia estatal, es un gran promotor del deporte-ciencia, pues son frecuentes las clínicas que imparte en escuelas y las exhibiciones de partidas simultáneas que ofrece contra 20 o más adversarios.

Miguel Sosa remarcó que no se puede dejar de mencionar a otros dos cubanos muy conocidos. El primero es el Maestro Internacional Ramón Antonio Huerta Soris, director de la Escuela de Desarrollo y Alto Rendimiento de Ajedrez en Yucatán y el Sureste (Edarays), a quien se le debe mucho del avance del deporte-ciencia no sólo en la entidad, sino en toda la Península.

El otro es el instructor Santiago Suárez Portal, quien se jubiló el año pasado luego de 30 años de cátedras ajedrecísticas en el Colegio Americano, el primer plantel mexicano que adoptó el ajedrez como materia regular. En esa escuela se adiestra a los pequeños en el arte de Caissa desde el tercer año de preescolar.

Un antillano más de elevada jerarquía es el Gran Maestro Frank de la Paz Perdomo, quien hace alrededor de una década estableció su residencia en Mérida, donde se casó, aunque lleva algún tiempo alejado de los torneos.

En cuanto a los competidores que arribaron de otras entidades, Sosa Pérez subrayó que entre los más fuertes y que más galardones han aportado a Yucatán están por supuesto los hermanos Galaviz Medina, quienes arribaron desde Sinaloa. Destacan sobre todo Sion Radamantys, Atlas Adomaitis, Aldebarán y Aioria.

Igual hay otros cinco hermanitos de ellos que ya juegan y destacan en las categorías menores: Seiya Margarita, Caissa Liduvina, Ades Antares, Andrómeda y Cronos. Y eso que también participa a veces en las competencias el patriarca del clan, el maestro FIDE Manuel Antonino Galaviz Valdez, en tanto que la mamá, Patricia Medina Molina, funge como instructora de ajedrez de niños.

Los más recientes llegados son los hermanos oaxaqueños Castellanos Hernández: Emilio Agustín, Georgina Libertad y Lhia Itzayana. Estas dos participan por primera vez en la fase estatal de la Olimpiada de Ajedrez y se esperan grandes aportaciones suyas a la causa yucateca.

Campeche es uno de los que más han aportado jugadores fuertes, entre ellos Rita Rosalía Torres Rosas, quien actualmente estudia aquí y representa al Estado en la Universiada. Otro es Samuel Muñoz Villarino, quien ha escalado el podio en diversos eventos.

Asimismo, mencionó a la quintanarroense Brisa Mena Martínez, bicampeona nacional, quien juega también en la fase estatal de la Olimpiada Infantil.

Igual están los casos del Maestro Internacional Oscar Sánchez Enríquez, originario de la Ciudad México, entrenador de alto rendimiento en Complejo Deportivo Olímpico Inalámbrica (CODY) y Julio César Díaz Rosas, quien llegó procedente de Puebla y ha sentado sus reales en nuestro Estado.

Y no hay que olvidarse, aseveró, de figuras ya desaparecidas, pero que dieron lustre del deporte-ciencia regional, como los cubanos Mario Figueroa Viart, recién fallecido, y don Modesto Castellón Castellanos, quien durante décadas sostuvo sobre sus sienes la corona absoluta de Yucatán. Desde hace décadas, el Ayuntamiento de Mérida organiza un torneo anual en su memoria.

A su vez, Balam Díaz indicó que a la “Casa del Ajedrez” acuden a diario o con mucha frecuencia numerosos competidores inmigrantes a los que hay que agradecer su aportación al crecimiento ajedrecístico regional y recibirlos con los brazos abiertos.

“Dejemos la xenofobia, que vaya que la hay en el mundo de las 64 casillas, para gente como Trump”, sentenció. “A los ajedrecistas hay que recibirlos como hermanos, sobre todo si llegan de otras partes del país y vienen a sumar fuerzas a nuestra causa”, enfatizó.

Entre los cotidianos asistentes al “Bobby” que le vinieron a la mente, el entrevistado citó a Humberto Rodríguez Cepeda (Tamaulipas), Jairo Azael Camacho García (Jalisco), Salim Martínez (Veracruz) y otros, cuyos apelativos no recordó, que llegaron del Estado de México, Hidalgo, Nuevo León y la Ciudad de México.

También están los franceses Edmond, de reciente aparición en el “Bobby” y del cual hablamos hace unos días, y del empresario Erik Samson, propietario del bar “La Negrita”. Este último, sostuvo el informante, es poco conocido en el gremio ajedrecístico, pero promueve el desarrollo del deporte-ciencia de manera callada, patrocinando diversos eventos.

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