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Por Martín Chi

Tras firmar para los Piratas de Pittsburg de las Grandes Ligas, el pelotero quintanarroense Fabián Urbina Segovia está con la emoción que no cabe en el cuerpo, pero está consciente que sólo es el comienzo del camino para cumplir su sueño en el beisbol.

El jugador de 17 años de edad, nacido en el ejido Alfredo Vladimir Bonfil, prospecto de los Leones de Yucatán fue firmado por la organización de las Grades Ligas después de mostrar grandes cualidades en su desarrollo deportivo en la Academia de Beisbol del Pacífico, ubicada en Mazatlán, Sinaloa.

La historia de Fabián Urbina inició desde muy pequeño en una localidad de apenas unos 15 mil habitantes, ubicada a 7 kilómetros al sur de la zona urbana de la ciudad de Cancún.

En esa demarcación nació el que podría ser la próxima estrella de los Piratas de Pittsburg de las Grandes Ligas. Y es que Urbina es un brillante egresado de la Academia de Beisbol del Pacífico, que cumplió a la perfección con los parámetros para pertenecer a un club ligamayorista.

Urbina Segovia se inició en el beisbol a los cinco años de edad en el ejido Alfredo Vladimir Bonfil, motivado por sus familiares y tras enamorarse de este deporte se enfiló a los Ejidatarios en la Liga Estatal de Beisbol Infantil y Juvenil “Vinicio Castilla”.

El joven recuerda con mucho afecto y agradecimiento a sus primeros entrenadores Felipe Vázquez y Víctor Nava, quienes lo ayudaron a mejorar su nivel de juego en los equipos infantiles.

Conforme crecía junto a sus compañeros en su comunidad en donde realizó su desarrollo deportivo, Fabián Urbina desde los diez años comenzó a llamar la atención de los “buscadores de talentos” de los equipos de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB).

Su forma de jugar era diferente a los demás, el jugador mostraba cosas interesantes en su juego, tenía presencia a la hora de pisar el terreno, a temprana edad destacó en el infield, igual con el madero y eso le ayudó para formar parte de las selecciones de Quintana Roo.

Urbina Segovia recuerda con emoción el momento de recibir la primera llamada, a sus 15 años de edad, estando con unos compañeros de la Selección de Quintana Roo en un Regional en Campeche, de uno de sus entrenadores que le avisaba que debía prepararse para un chequeo en Mérida.

Después del campeonato regional y a su regreso a casa, Urbina se presentó al visoreo con el scout de los Leones de Yucatán, Raúl Ortega y fue ahí donde las cosas comenzaron a cristalizarse primero para firmar para la organización melenuda.

El proceso de seguimiento duró seis meses, puesto que Raúl Ortega visitó a Urbina para un segundo chequeo pero ahora en el campo Félix “Chano” Flores del ejido, en donde mantuvo los parámetros ofensivos y defensivos para ser firmado por la organización yucateca.

Después de concretarse la firma, a las tres semanas el joven fue enviado a la Academia del Carmen, Nuevo León para iniciar el proceso de preparación durante un año. El bonfileño primero destacó en el infield pero su potente brazo lo hizo convertirse en receptor en el proceso de preparación.

En ese tiempo, Fabián Urbina llamó poderosamente la atención a los scouts de los equipos de Grandes Ligas por lo que fue trasladado a Mazatlán para un “show case” y de ahí siguió su preparación en la Academia de Beisbol del Pacífico.

“Platicaron conmigo y me dijeron que habían planes importantes para mi, además de que había buena comida, buenos entrenamientos y aparte había llamado la atención a los buscadores de grande ligas y lo que queremos es que te vayas a Estados Unidos a jugar buena pelota”, recordó.

Después de varios meses de seguimiento por parte de diversos equipos de la gran carpa, los Piratas de Pittsburg oficializaron la firma del joven prospecto ante la presencia de Abraham Valdez, representante de la Academia y el scout Roberto Saucedo.

“Estábamos participando en un show case cuando los scouts de Piratas me dieron la bienvenida. A partir de ahora eres Piratas de Pittsburg, me alegré mucho, comencé a sonreír lleno de emoción”, expresó.

Fabián en su etapa de infantil alguna vez soñó con jugar con algún equipo de Grandes Ligas. “Cuanto eres pelotero tu sueño es jugar para una organización de Grandes Ligas, cuando me fui a Monterrey mi idea era firmar para un equipo de Estados Unidos y lo logré en la Academia de Mazatlán”, destacó.

Sus amigos y familiares, sobre todo, su madre Claudia Ivette Urbina Segovia estallan de emoción y de orgullo por lo que ha logrado el joven en su carrera dentro del beisbol.

Luego de la firma, el joven de Bonfil reportará en los próximos días a la academia de los Piratas en Santo Domingo, República Dominicana, para seguir su preparación y a la vez participará con su equipo en la liga de desarrollo.

“No me han explicado mucho de ese lugar, pero me dicen que es muy bonito, sé que no me hará falta absolutamente nada, porque la promesa es que seguiré estudiando la escuela y el inglés, pues Piratas no sólo buscan desarrollar buenos peloteros sino también formar buenas personas”, comentó.