Humberto Blanco
El atacante, Carlos Gael Acosta Zavala se incorporó ayer a los entrenamientos de Venados FC Yucatán procedente de los Gallos Blancos del Querétaro como un refuerzo más para encarar el Torneo de Apertura 2019 de la Liga de Ascenso MX.
Acosta Zavala llegó junto con Abraham Coronado el fin de semana, pero fue hasta ayer que firmó contrato con la institución yucateca.
El jugador tuvo acción en 6 encuentros en el Torneo de Clausura 2019 de la Liga MX con la casaca queretana en donde sumó 339 minutos. Además acumuló 29 minutos en el torneo de Copa MX.
También ha vestido las casacas de los Potros de Hierro del Atlante y los Rayados del Monterrey, mientras que en el Ascenso MX defendió los colores de Alebrijes de Oaxaca y los Correcaminos de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
A su llegada al equipo y en su primer entrenamiento dijo estar contento de llegar a esta institución y que pondrá toda la disposición para que los objetivos se den en este campeonato.
Agregó que sabe que el equipo viene de hacer una muy buena campaña al salvarse del descenso y haber llegado a la instancia de las semifinales, pero aseguró que en esta ocasión se llegará a la final en donde buscaran el campeonato y el ascenso que les dé el boleto a la Primera División.
Confesó que no ha tenido la oportunidad de hablar con el técnico Sergio Orduña, pues es su primera práctica.
Dentro de sus fortalezas mencionó ser pícaro, habilidoso y tratar a de hacer los goles que ayuden al equipo a sumar en este certamen.
Por su parte el otro jugador que llego este fin de semana y que también tuvo su primera práctica ayer, fue Abraham Coronado, quien se manifestó feliz de llegar a esta institución en donde conoce a la mayoría de los jugadores, a los cuales algunos tuvo de compañeros y a otros de rivales, pero que sin duda es muy grupo muy sólido y en donde se harán bien las cosas para lograr los objetivos.
En la práctica de ayer ya los muchachos comenzaron a adentrarse más en el trabajo táctico y en la idea que quiere el entrenador, pues tuvieron más de 45 minutos de charla técnica para después dar paso al trabajo físico, el cual ya fue mucho más relajada al hacerlos con balón, para después plasmar en la cancha lo que les pidió Orduña en el trabajo de pizarrón.