CIUDAD DE MEXICO, 9 de julio(SUN).- La selección mexicana que competirá en los Mundiales de Natación de Gwangju corre el riesgo de irse en blanco por primera ocasión en las últimas 6 ediciones. Desde Melbourne 2007, la delegación tricolor no termina con las manos vacías en esta competencia.
La posibilidad de que la cosecha de preseas sea nula para esta edición es latente, especialmente en los clavados, por dos factores: las diferencias internas entre los atletas y el bajo nivel de algunos de los seleccionados, comparado con otros competidores internacionales.
Las pugnas internas son tan graves que en la demanda por hechos que interpuso Paola Espinosa mencionó al clavadista Rommel Pacheco, quien también participará en el torneo.
Los criterios ambiguos del Control Técnico Interno que amarraron la participación de algunos atletas veteranos en los Mundiales, por su parte, provocaron que los clavadistas mexicanos que están en su mejor momento no asistan a la justa. Lo anterior, a su vez, reduce las posibilidades de medalla para la delegación mexicana.
Ejemplos sobran: Paola Espinosa y Melany Hernández competirán en individual y sincronizados en el trampolín en lugar de Carolina Mendoza y Dolores Hernández, pese a que las segundas compitieron en todas las pruebas del selectivo; Espinosa y Hernández, no.
En natación y nado sincronizado las opciones también son reducidas. Las esperanzas de medalla de la delegación estarían en clavados de altura, una disciplina profesional.
¿Les irá bien?
Paola Espinosa. Con poca actividad y sin competir en todas las pruebas del selectivo interno, será difícil que suba al podio.
Yahel Castillo. Terminó penúltimo en las 2 estaciones de la Serie Mundial FINA que disputó, ambas en modalidad individual.
Juan Celaya. En sincronizados, junto a Castillo, consiguió bronce en una Serie Mundial. Pero no participaron las mejores duplas.
Melany Hernández. No asistió a las Series Mundiales y en el selectivo interno registró apenas 100 puntos. No avanzó a la final.