Juan Diego Casanova Medina
La fiereza melenuda llegó hasta el segundo tercio del juego cuando dieron los únicos tres zarpazos que ilusionó al respetable. Sin embargo, el bullpen se encargó de mantener a la fiera dormida de nueva cuenta y los Piratas de Campeche, que sin hacer mucho ruido pero con bateo oportuno, derrotaron 5x3 a los Leones de Yucatán, en el primero de la serie que se disputó en el Parque Kukulcán Alamo ante 9,472 aficionados.
El tímido rugido del conjunto melenudo contrastó con el de los forajidos del mar, que sin ser implacables en sus ofensivas, hicieron el daño suficiente, que fue extinguiendo a los reyes de la selva hasta dejarlos sin aliento. Y es que los Piratas de Campeche se crecen cuando enfrentan a las fieras en el llamado “Clásico Peninsular”.
Los filibusteros, en el papel, se presentaron como un rival a modo, por muchas razones, por posición en la clasificación del sector, por nómina, por roster, y por lo que guste y mande. Tenían todo a su favor para seguir a la caza de los Tigres de Quintana Roo, los punteros de la Zona Sur, que ligaron su séptima victoria seguida, logrando su décimo éxito en los últimos 11 juegos.
La combinación del triunfo del equipo de Bengala sobre los Olmecas de Tabasco, y el tropiezo de los reyes de la selva, alejó a la novena yucateca a a tres juegos.
Ciertamente, amable lector, no hay enemigo pequeño y los bucaneros siempre se le han complicado a los Leones y en el juego de anoche se repitió una de las tantas historias que han protagonizado ambos equipos con la victoria, una vez más, del equipo campechano.
El botón de muestra fue el duelo en el “Nelson Barrera Romellón”, en el primero de una doble cartelera que se efectuó el tres de mayo pasado y ganó el anfitrión 3x2. Fue le único juego de la serie que se disputó en la primera vuelta.
En esta ocasión, Carlos De León (1-2), un lanzador diestro de Cadereyta, Nuevo León, domesticó a los melenudos en las primeras cinco entradas para llevarse la victoria. No tuvo una noche tranquila, pero apretó en los momentos claves del juego y siguió colgando argolla tras argolla.
Su efectiva labor lo sacó a flote en los momentos de apremio como quedó registrada la raquítica producción de las fieras en el juego al batear de 6-1 con corredores en posición de anotar y dejaron al 5 corredores suspirando en los senderos.
Art Charles ya está recuperando su nivel y en tres viajes oficiales al plato, disparó par de imparables, convirtiéndose en el melenudo al que le dio trabajo dominar el abridor del equipo visitante.
Los otros jirs que admitió De León en su labor fueron de Alex Liddi, Luis Felipe “Pepón” Juárez y de Jorge Flores, un doble en la quinta entrada, sin consecuencias y hasta ahí llegó la fiereza melenuda.
Una entrada antes, con corredores en los extremos y con dos tercios fuera, De León ponchó a Xavier Scruggs terminando a tambor batiente la amenaa.
Antes de ser raspado en el sexto episodio, el abridor filibustero mantuvo en blanco el casillero de carreras en la pizarra gracias a una pincelada defensiva del patrullero izquierdo dominicano Olmo Rosario, quien en la tercera entrada, le “robó” un cuadrangular a Jonathan Jones.
En la conclusión del sexto capítulo, los Leones al fin se sacudieron su dominio. Walter Ibarra negoció la base por bolas y Alex Liddi disparó imparable, avanzando ambos corredores con rodado al camarero del “Pepón” Juárez.
Jesús Sommers, el capitán del galeón, le aplicó la grúa a su abridor, tomando su lugar el zurdo sinaloense Antonio Garzón, quien retiró por la vía de los strikes al zurdo Art Charles y enseguida le entregó la pelota a Jesús Castillo, quien al primer disparo envió la pelota al “back stop” anotando Ibarra por wildpitch.
Y al segundo lanzamiento del relevista, Scruggs conectó un bombazo que explotó en uno de los espectaculares del jardín izquierdo. Los Leones redujeron la diferencia pero el ataque concluyó al sorber Leo Heras espeso chocolate.
Con relevo perfecto, el mochiteco Francisco Haro y el dominicano Joan Gregorio colgaron sendas argollas en la séptima y octava entradas y el neoyorquino Miguel Mejía se encargó del noveno rollo para apuntarse su segundo salvamento de la temporada.
El zurdo Miguel Peña llegó a los Leones con buenas credenciales para reforzar el pitcheo melenudo y sigue siendo un lastre para la novena yucateca. Lleva 5 derrotas con las fieras y su desastroso desempeño se ha convertido en una pesada carga para las fieras.
Sus números en la presente temporada no son para presumir ya que acumula récord de 1-7 con un altísimo 7.79 de promedio de carreras limpias permitidas.
Se avecinan cambios en la selva yucateca ya que los Leones adquirieron los derechos del lanzador panameño Enrique Burgos.
Por lo pronto, el cubano Yoanner Negrín (9-3) buscará emparejar la serie por los Leones y Luis Pino, otro lanzador regiomontano, tratará de asegurarla porlos Piratas.