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Pese a no ser titular, Humberto Sosa, el héroe melenudo del martes, tiene bien puesta la camiseta del equipo y está siempre dispuesto a dar su máximo esfuerzo cuando se le requiere

Juan Diego Casanova Medina

El veracruzano Humberto Sosa tiene puesto el overol del obrero que pone su granito de arena cada vez que lo requieren para resolver situaciones apremiantes cuando los Leones de Yucatán necesitan dar los zarpazos con los que aniquila a su presa. En el primero de la serie, salió de la banca y fue el héroe al detonar un espectacular bombazo de dos carreras que definió el juego a favor del conjunto melenudo 2x0 en 13 electrizantes entradas.

Su sonrisa de oreja a oreja la mantuvo aún después de su recorrido triunfal mientras el comité de recepción lo esperaba en el plato.

Pero el jonrón que disparó, trascendental, porque le dio la victoria a su equipo en un duelazo de pitcheo, pasó a segundo término, porque lo relevante para el receptor jarocho es el resultado que se obtuvo por el esfuerzo de todos sus compañeros que hicieron un gran trabajo, en un partido muy reñido.

La clave, afirmó, el sistema de “espionaje” que utilizó al observar los pitcheos que les había hecho a sus compañeros y la concentración, la fórmula que le permitió aprovechar el descuido del lanzador que le “dejó” un lanzamiento que pudiera manejar por su banda, “afortunadamente lo conecté bien y fue que ganamos el juego”.

Todavía recuerda ese gran momento, el que todo jugador profesional sueña siempre, con dar un batazo que le de la victoria al equipo y en el juego del martes, le tocó a Sosa, y aún lo sigue disfrutando.

En el rol que desempeña, pese a no ser titular, resaltó que cuando lo ocupan, siempre da su máximo esfuerzo, pero lo más importante, además de la concentración y la actitud positiva, es estar pendiente del juego y observar los lanzamientos que está realizando el equipo contrario y aprovechar la oportunidad.

Recordó que al momento de conectar el batazo estelar que le conectó al relevista José Manuel López, lo primero que hizo es ver la pelota y lo que pasó por su mente fue si llevaba el suficiente “power” pero una vez recorriendo las bases no puede evitar sonreír, estar feliz por todo.

“Estas alegrías y todo esto nos lo da el béisbol que es el rey de los deportes”, aseguró el receptor veracruzano.

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