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Cátedra de pitcheo

Juan Diego Casanova Medina

Los Leones de Yucatán no quieren iniciar los pléiofs en la selva yucateca. O mejor dicho, un veterano de mil batallas, el mazatleco Walter Silva, le cerró la jaula y los alejó un poquito de esa posibilidad.

El pitcher de 42 años de edad, en el ocaso de su carrera, dictó una cátedra de pitcheo de tres jits en toda la ruta. Tras superar un flojo inicio en la primera entrada, les colgó a los melenudos ocho argollas consecutivas para guiar a los Bravos de León a un triunfo por paliza de 9x1 sobre las fieras, que además de recibir una salvaje dotación de trancazos de 18 imparables, ligaron su segundo tropiezo seguido, en el primero de la serie que se disputó en el Parque Kukulcán Alamo.

La novena dirigida por el ex piloto de los reyes de la selva, Luis Carlos Rivera se está convirtiendo en un dolor de cabeza para el líder de la Zona Sur, al que se le está escurriendo, como el agua entre las manos, la posibilidad de tumbar a los Guerreros de Oaxaca del segundo lugar general del sector.

Como dijo el timonel selvático, Gerónimo Gil, antes de enfrentar al equipo del Bajío, no es importante si estás en segundo o en tercer lugar, sino jugar bien. Y no lo hicieron porque Walter Silva, un lanzador que en su momento rechazó la oferta de jugar con la escuadra melenuda, hace cinco temporadas, les cortó las garras.

Después de estar abajo en el marcador desde el inning de las buenas noches, con el remolque del culichi Luis Felipe “Pepón” Juárez, quien con doble envió a la registradora a Jonathan Jones, el abridor de los Bravos le dio de comer en su mano a los Leones.

Su dominio se extendió hasta la cuarta entrada hasta que la pifia de Marco Jaime frenó la seguidilla de nueve melenudos retirados en riguroso orden. Con un pitcheo más cerebral que espectacular, Walter Silva (6-6) emparejó sus números siguió domesticando a las fieras, y volvió a hilvanar otra cadena de 8 bateadores seguidos que fueron incapaces de descifrar su hermética serpentina.

Con las nueve entradas que lanzó, Walter Silva, quien completó su labor con 1 carrera, 3 jits, 3 bases por bolas, con 8 ponches, siendo sus mejores clientes, Art Charles (2) y Xavier Scruggs (3), el último de ellos, con el que el mazatleco consiguió el cierre.

Por segunda apertura consecutiva, el pitcheo de Jesse Estrada (8-3) se derrumbó de forma increíble desde el amanecer del juego hasta el cuarto episodio, aunque en este estuvo un poco más de tiempo en el cerrito.

Ante la novena del Bajío, en todo ese lapso estuvo sentado en un barril de pólvora, pero se las ingenió para evitar ser raspado, aunque el daño que recibió en la segunda entrada resultó irreversible para su tercer tropiezo de la temporada.

En ese episodio, una pifia de Jorge Flores en el campo en corto, le abrió la puerta a los Bravos de un racimo de tres carreras con las que le dieron la voltereta al marcador. Imparables ligados de Omar Rentaría y de Marco Jaime, remolcadores de una y dos carreras, en ese orden, marcó el rumbo del partido.

Con una carrera en el cuarto inning, que produjo Marco Antonio Guzmán, el abridor melenudo ya no salió en el quinto rollo. Lo relevó el novato Jonás Garibay, quien salió ileso en esa tanda pese a tener los senderos congestionados de Bravos. Sin embargo, tras retirar en orden el sexto capítulo, Garibay admitió la quinta carrera en el inning de las emociones que remolcó con elevado de sacrificio Cedric Hunter.

La última carrera que toleró en la octava entrada la impulsó Matt Clark con elevado de sacrificio ante la serpentina del zurdo Oscar Félix.

Tony Amescua tampoco se salvó del salvaje ataque de los Bravos que sellaron la victoria con racimo de tres carrearas. La primera de ellas, por jonrón del yucateco Julio Pérez y la segunda, con imparable productor de Omar Rentaría, quien timbró impulsado por imparable de Marco Antonio Guzmán, ante el pitcheo del zurdo Manuel Chávez.

Bravos es el tercer equipo que dispara 18 imparables o más a los Leones. Antes lo hizo Pericos en el “Nido” Verde de la Angelópolis, el 17 de mayo y los Rieleros le dieron una felpa de 21 imparables el 26 de junio en el “Romo Chàvez”.

Con los 7,347 personas que asistieron, los Leones de Yucatán superaron la barrera del medio millón de aficionados que apoyan a los melenudos en el Parque de la Serpiente Emplimada.

Dustin Crenshaw, ante su ex equipo, buscará igualar la serie para mantener a los Leones cerca de los Guerreros de Oaxaca.