NUEVA YORK, EE.UU., 22 de enero (AP).- Omar Vizquel está pendiente del flujo de votos, y su análisis está acertado: sus posibilidades de entrar en el Salón de la Fama van viento en popa.
“Estoy muy satisfecho por el 50% que he logrado”, dijo Vizquel mediante un video que difundió en su cuenta de Instagram. “Año a año parecen ser mejores las oportunidades... Continuamos en la vía hacia el Hall de la Fama”.
Es muy importante ese 50% al que se refiere quien podría ser el segundo beisbolista de Venezuela en Cooperstown.
Al cumplir su tercer año en la votación de la Asociación de Cronistas de Béisbol de Norteamérica (BBWAA), el apoyo al ex torpedero subió un 9.8% para quedar en 52.5%.
Fuera de los actuales candidatos Curt Schilling, Barry Bonds y Roger Clemens, sólo Gil Hodges ha excedido el 50% sin ser finalmente exaltado al Salón de la Fama, ya sea por los periodistas o por comités especiales. Hodges apareció exactamente en la mitad de las papeletas en 1971, un año antes de su muerte.
A Vizquel le quedan siete oportunidades más para llegar al mínimo de 75% y tener una placa en el museo en la pequeña localidad del norte del estado de Nueva York. Acompañaría a Luis Aparicio, otro campocorto que en 1984 — tras seis años de candidatura — se convirtió en el primer venezolano en el Salón de la Fama.
¿Podrá dar un salto de casi 23 puntos porcentuales el año entrante? Se antoja algo improbable, pero no inconcebible para un torpedero cuya candidatura se sustenta en la maestría y espectacularidad de su juego defensivo sobre un rendimiento ofensivo que nunca fue extraordinario.
Lo que se avizora para 2021 es el fin de una racha de candidatos que fueron elegidos en su primer año.
La elección de Derek Jeter, quien por sólo un voto no alcanzó la unanimidad, marcó el séptimo año seguido en que alguien logró la exaltación en su primera aparición en una papeleta.
Esa racha tiene pocas posibilidades de extenderse. Tim Hudson, Torii Hunter y Mark Buehrle se destacan entre los candidatos que deberán ser incluidos por primera vez en la papeleta. Los tres redondearon meritorias carreras, pero difícilmente con las credenciales para un ingreso expedito como lo hicieron Jeter, Mariano Rivera, Ken Griffey Jr. y Chipper Jones en los últimos años.
En su lugar, la atención se concentrará en una media docena de peloteros que paulatinamente han visto crecer sus adhesiones.
Todo indica que Schilling será el próximo en ser elegido tras llegar al 70% este año. Clemens y Bonds fueron los siguientes con 61% y 60,7%, respectivamente, pero el incremento que tuvieron fue marginal y el tiempo se les agota.
Más significativo fue el repunte conseguido por Scott Rolen (17.2% a 35.3%), Billy Wagner (16.7% a 31.7%), Gary Sheffield (13.6% a 30.5%), Todd Helton (16.5% a 29.2%) y Andruw Jones (11.9% a 19.4%).
A falta de la competencia de los nuevos nombres, los que han estado rezagados podrán seguir subiendo. Resta por saber cuánto. Si menos de dos jugadores son elegidos en 2021, será la primera vez que eso ocurre desde que nadie alcanzó el 75% en 2013.
En otras circunstancias, Bonds, Clemens y Schilling ya deberían estar en Cooperstown. Pero las candidaturas de los tres enfrentan resistencia por escándalos. En el caso de Bonds y Clemens por ser los rostros visibles de la Era de los Esteroides. Brillante en la postemporada, Schilling ha generado polémicas por sus comentarios en las redes sociales — despedido en 2016 por ESPN por la forma que se refirió a las personas transgénero.
Los tres disponen de tres oportunidades más. En el caso de Bonds y Clemens, su suerte se decidirá en el último año.
A Sammy Sosa también le queda dos años. Pero al dominicano, también menoscabado por denuncias de consumo de sustancias prohibidas, está muy lejos, con un 14%.
La papeleta de 2022 incluirá a David Ortiz y Alex Rodríguez, quien purgó una suspensión que abarcó toda la temporada de 2014 por quebrantar el reglamento antidopaje y el convenio laboral. La de 2023 tendrá de debutante a Carlos Beltrán, quien renunció como mánager de los Mets de Nueva York la semana pasada al verse implicado en el escándalo de robo de señales con Houston en 2017, su última campaña como jugador.
“Mi impresión es que, a medida que vayan saliendo votantes de mayor edad por haber dejado de cubrir los juegos, se abre la puerta a votantes jóvenes con una visión que les permitiría votar por Bonds, Clemens, Sosa, Schilling o cualquier otro individuo con una presunta mancha negra en su hoja de servicio”, comentó John Thorn, el historiador oficial de las Grandes Ligas.