Carlos Vela está se ha vuelto en un “Mata mexicanos”, por lo menos en la Concacaf. Esta noche frente al América anotó dos tantos que pusieron a su equipo en la final contra Tigres, y que puede poner en serios aprietos, si no es que estaba ya en ellos, al proyecto de Miguel Herrera.
Un gran golpe a la soberbia de la Liga MX, que ahora ve que su racha de catorce años llevándose la Concachampions, se puede acabar. El LAFC jugará por el título contra Tigres y nada está definido.
Desde el inicio del juego a tensión flotaba en el ambiente. Todas las jugadas eran al límite. En todos los choques se dejaba o el codo o la pierna de más.
El LAFC fue más peligroso de inicio, pero América dio el primer golpe con un tanto con la cabeza de Sebastián Cáceres (11’). Los californianos insistieron, se fueron al frente en busca del empate, pero en cierto sentido todo estaba controlado para el América.
El juego acabó en su primera parte, calientito cuando Luis Reyes fue empujado por el cuerpo técnico del LAFC, lo que provocó que los asistentes de Miguel Herrera se metieran a tratar de defenderlo. Hubo empujones de todos lados y cuando parecía que todo se había calmado apareció Herrera abrazado a Ante Razov, auxiliar de Bob Bradley, el Piojo le jaló el cabello y este le respondió con un manotazo. Los de la MLS ya tenían un hombre menos por la expulsión de Atuesta.
Esto encendió a los californianos, sobre todo a Carlos Vela. Nada más inició el segundo tiempo y el juego cambió. Sebastián Cáseres le entregó el balón al mexicano en la salida para que empatara el marcador (46’) y dos minutos después Vela, de nueva cuenta, ganó la espalda de los americanistas para cruzar por abajo (48’).
Miguel Herrera, desde la tribuna, fue expulsado, comenzó a mover piezas, tan desesperado estaba que tuvo que meter a Roger Martínez y Andrés Ibargüen, gente que se sabe, saldrá del equipo. América llega, pero no hay quien tire, no hay quien concrete.
Luis Reyes se fue expulsado por las Águilas, y Blesing ya en compensación (90+4), puso el 3-1.
Vela se echó al equipo en sus espaldas, la pelota se la daban a él para generar peligro o perder tiempo. América no mostró ni pies ni cabeza, los cambios le fallaron a Herrera y todo terminó en una eliminación dolorosa pero merecida. Hoy, el proyecto de Santiago Baños y Miguel Herrera en el América está en la cuerda floja, y todo por culpa de un tal Carlos Vela