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La temporada de la Bundesliga reanudó con lo que ha sido bautizado por los aficionados alemanes como “partidos fantasma”, disputados sin público / Goleada 4-0 del Dortmund al Schalke

DORTMUND, Alemania, 16 de mayo (AP).- Normalmente, el fútbol alemán es un espectáculo colorido y ruidoso. Eso se acabó.

La temporada de la Bundesliga se reanudó el sábado con lo que ha sido bautizado por los aficionados alemanes como “partidos fantasma”, disputados sin público en los estadios.

En Dortmund, era difícil adivinar siquiera que el adorado equipo local estaba jugando.

En vez miles de seguidores conversando y bebiendo cerveza frente al estadio, había sólo unos cuantos lugareños, que realizaban un paseo sabatino en bicicleta. Mientras, el Dortmund enfrentaba al Schalke en lo que solía ser un encuentro que desataba pasiones, entre dos acérrimos rivales de la región.

En la cancha, hubo fuegos artificiales y Erling Haaland anotó para que el Dortmund se impusiera por una goleada de 4-0, tras dos meses sin partidos. Frente al estadio había un silencio sepulcral. Algunos transeúntes ocasionales preguntaban si el partido se había realizado de verdad.

La policía se mantuvo relajada, cuando quedó claro que los hinchas no se concentrarían en las inmediaciones del inmueble, una preocupación que manifestaron las autoridades antes del cotejo. Una concentración de esa índole habría implicado un riesgo mayor de propagar el coronavirus.

“Todo está realmente muy calmado en la ciudad. Respecto a los peligros del virus, sólo puedo elogiar a los habitantes y aficionados de Dortmund”, dijo el portavoz policial Oliver Peiler.

La canción “You’ll Never Walk Alone”, favorita de los seguidores del Dortmund y emblemática del Liverpool, resonó en el estadio antes del puntapié inicial. Todo estaba tan tranquilo que fue posible escuchar el pitazo inicial desde fuera del estadio, algo impensable en un partido normal.

El recinto tiene una capacidad de 81,000 espectadores, pero las reglas de la liga permiten ahora el ingreso de apenas 213 personas, incluidos los jugadores, en los días de partido. No puede entrar un solo hincha.

Los jugadores trataron de mantener el mínimo contacto entre sí, incluso durante las celebraciones y en el saludo tradicional hacia una tribuna ahora desierta, una vez que otro silbatazo resultó perfectamente audible y puso fin al encuentro.

Marco Perz, seguidor del Dortmund desde hace años, se sentó frente al Museo del Fútbol Alemán en el centro de la ciudad, antes del partido. Llevaba una chaqueta con emblemas del club de sus amores.

Nostálgico, refirió que no se había perdido un solo encuentro del Dortmund en casa desde la década de 1990.

“Normalmente estaría ahora en el graderío sur, en el ‘Muro Amarillo’”, aseveró en referencia a la gran tribuna donde se congregan algunos de los hinchas más apasionados del equipo.

Ahora, Perz tenía previsto ver el partido con un amigo, mientras comían algo y bebían cerveza.

“Lo principal es ver el partido”, se consoló.

Primer tanto

EN BERLIN , Erling Haaland anotó el primer tanto en más de dos meses dentro de la Bundesliga y luego celebró

Los compañeros del joven de 19 años en el Borussia Dortmund se mantuvieron a una distancia prudente, en cumplimiento de las estrictas medidas de higiene impuestas a raíz de la pandemia de coronavirus que interrumpió la campaña de liga en Alemania antes de que pudiera reanudarse el sábado, en condiciones inusitadas.

El Dortmund apastó 4-0 al Schalke, en lo que fue el primer derbi de la región occidental del Ruhr que se ha disputado sin púbico en la historia. Las indicaciones y los gritos de técnicos y jugadores, lo mismo que los impactos a un balón desinfectado, resonaron en el inmueble desierto.

Haaland festejó su primer tanto con un baile más bien discreto, mientras que sus compañeros lo observaban.

“Fue difícil”, reconoció el mediocampista Julian Brandt. “Pero así es ahora. Tenemos que apegarnos a las reglas”.

Brand fue abastecedor del portugués Raphaël Guerreiro, quien anotó poco antes del intermedio, y de Thorgan Hazard, luego del descanso. Hazard festejó también solo, frente a la grada sur del Westfalenstadion, donde se hubiera colocado normalmente el “Muro Amarillo” conformado por casi 25.000 seguidores fervorosos.

Otro pase de Haaland a Guerreiro permitió que el Dortmund sentenciara la goleada y se acercara a un punto del líder Bayern Munich, que enfrenta este domingo al Union de Berlín.