La polémica en el arbitraje que se dio en el duelo inaugural de la Liga Premier de Rusia entre el Spartak de Moscú y el PFC Sochi, provocó que algunos medios locales indicaran que los silbantes del duelo serán sometidos al detector de mentiras para conocer si marcaron dos penaltis de manera deliberada en contra del equipo capitalino que perdió 3-0.
El presidente del Spartak, Leonid Fedún terminó muy indignado con el silbante Vasily Kazartsev y el oficial del VAR al considerar que el primer penalti fue riguroso y el segundo muy dudoso, y por el calor del momento anunció a la prensa que su club abandonaba la liga rusa.
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Dos goles en los primeros veinte minutos de la segunda parte y un tercero del sueco Berg certificaron la victoria de los "toros" en la primera jornada del campeonato ruso, lo que desató el malestar de jugadores y directivos del Spartak.
La prensa dio a conocer que el árbitro Vasily Kazartsev y el oficial encargado del VAR pasarán por el detector de mentiras para conocer si había algún trasfondo en esas marcaciones de los penaltis, pero la liga rusa no ha confirmado la información.
Tampoco se ha aclarado si ambos jueces recibirán algún tipo de sanción por su trabajo en el duelo.