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Más de 645 mdp otorgaron tres gobernadores de Quintana Roo a los Potros del Atlante

Los Potros de Hierro del Atlante recibieron una inversión por más de 645.1 millones de pesos de los gobiernos estatales durante los 13 años que se mantuvieron en Cancún.
Las administraciones priístas de Félix González Canto y Roberto Borge erogaron más de 521 mdp en el equipo. Foto: Martín Chi.

La historia de los Potros de Hierro del Atlante en Quintana Roo se escribió con más pena que gloria a costa del erario público, durante los 13 años de romance en Cancún lo hizo a complacencia de los gobiernos estatales que invirtieron más de 645.1 millones de pesos en el club azulgrana.

Los gobiernos priistas de Félix González Canto (2005-2011) y Roberto Borge Angulo (2011-2016), hoy preso en el Centro Federal de readaptación Social (Ceferepsi) en el estado de Morelos, apostaron a los Potros de ese entonces en la Liga MX, de manera que entre ambos erogaron 525.1 millones de pesos, según investigaciones periodísticas.

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La administración actual del gobernador Carlos Joaquín González, en julio de 2017, renovó el convenio de colaboración con el club por 60 millones de pesos anuales, es decir cinco millones mensuales con la única condición de crear escuelas de fútbol en entidad, pero eso nunca se cumplió.

En 2019, la administración gubernamental a través de la Comisión para la Juventud y el Deporte de Quintana Roo redujo por más del 50 por ciento las aportaciones del gobierno estatal para el sostén del club de la Liga de Ascenso MX, que este año se mudó a la Ciudad de México para jugar en la Liga de Expansión MX.

Los Potros llegaron a este destino turístico con el respaldo de la administración priísta de Félix González Canto, quien gobernó la entidad de 2005 a 2011 y que durante los últimos cuatro años de su gestión entregó más de 260 millones al equipo, propiedad en ese entonces de Alejandro Burillo Azcárraga, militante en ese tiempo del máximo circuito del balompié mexicano.

Para hacer más placentera la estancia del conjunto azulgrana en Cancún se mandó a rehabilitar el estadio “Andrés Quintana Roo” y su aforo fue ampliado para albergar a poco más de 18 mil espectadores sentados.

El cupo original del inmueble de la Supermanzana 21 era para tres mil personas y para ese entonces las autoridades dijeron que la actividad principal de la instalación deportiva sería la práctica del atletismo, pero al final, no fue así.

La inversión para la remodelación del estadio alcanzó los 39.5 millones de pesos, según un documento con folio 538-2007 de transparencia, sólo por parte del gobierno y el inmueble quedó listo para el Torneo Apertura 2007.

Asimismo, Roberto Borge, que sigue un juicio por el delito de lavado de dinero de más de 900 millones de pesos, redujo las aportaciones del gobierno al equipo, sin embargo, al final de su gestión en septiembre de 2016, entregó al Atlante (que descendió a la liga de plata en 2014), 265.1 millones de pesos.

Los gobiernos estatales del pasado también entregaron a Los Potros apoyos de los Fideicomisos de Turismo de la entidad. En 2014 se anunció que después del descenso, el club perdió seis millones de pesos por el patrocinio de la marca Cancún y Riviera Maya en el uniforme.

Además de los años que se le perdonaron los pagos de agua y luz, puesto que estos gastos los absorbió el Ayuntamiento de Benito Juárez, propietario del inmueble, ya que también hubo un convenio entre ambas partes.

Nunca se revelaron los costos de la electricidad consumida en el recinto, pero el alumbrado se utilizaba tanto para los partidos nocturnos del equipo como para las cuatro o cinco sesiones de entrenamiento que la plantilla realizaba ahí cada semana.

Funcionarios municipales declararon en su momento que el consumo bimestral de energía rondó el medio millón de pesos, durante el 2014.

A cambio de todos los patrocinios que recibió durante su estancia en el estado, Atlante prometió crear identidad en la región pero al final abandonó el Caribe mexicano por la “puerta trasera”, dejando en el desamparo a unos 15 exempleados quienes con demandas ante la Junta de Conciliación y Arbitraje, reclaman sus pagos que en total ascienden a los cuatro millones.

Dos títulos en dos años

A su salida del Distrito Federal, ahora Ciudad de México, los Potros con 104 años de tradición en el futbol mexicano, arribaron en 2007 al paraíso y en su primer año, dirigidos por el “Profe” José Guadalupe Cruz, deslumbraron a la afición quintanarroense al conseguir el título del Torneo Apertura venciendo a los Pumas de la UNAM en una dramática final.

El Potro celebró un nuevo campeonato en menos de dos años luego de que en la edición 2009 de la Concacaf Liga Campeones, se alzó como campeón absoluto del área.

La decadencia del Atlante en el paraíso

La decadencia del Atlante comenzó en el Apertura 2009, y es que para ese entonces terminó en el noveno lugar, quedándose a un punto de acceder a la liguilla. Sin embargo, por el hecho de haber ganado la Concacaf Liga Campeones, tenía el derecho de disputar el Mundial de Clubes 2009.

La historia del club señala que el equipo azulgrana continuó con su mal paso durante los siguientes torneos en el 2010 y 2011, y en el Apertura 2013 y Clausura 2014 se jugaría la permanencia ante el Atlas, que ya venía de descender a Estudiantes, Tecos y Querétaro.

Se consuma el descenso

Antes de terminar su participación en el Clausura 2014 a manos de los Rojinegros del Atlas, Atlante estaba condenado a jugar el siguiente torneo en el Ascenso MX, transformada hoy en la Liga de Expansión MX.

En la liga mexicana desciende quien haya acumulado el porcentaje más bajo de puntos durante seis torneos cortos. En esta ocasión se contabilizó el puntaje del torneo Apertura 2011 al Clausura 2014.

Para ese entonces, el organigrama del club sufrió cambios drásticos. El propietario de ese entonces, Alejandro Burillo Azcárraga, nombró a su sobrino Emilio Braun Burillo como presidente del club, por lo que José Antonio García decidió dar un paso al costado, confirmando la división que sufrió la cúpula del club de ese entonces.

​En la liga de plata, los azulgranas tuvieron buenos torneos de la mano del profesor Eduardo Fentanes, pero se quedaron en la orilla de lograr los objetivos al perder las finales del Apertura 2015 y Apertura 2016 ante FC Juárez (3-1) y Dorados de Sinaloa (4-2) respectivamente. En medio de adeudos a jugadores y cuerpo técnico que nunca se confirmó si fueron saldados.

En el Torneo Clausura 2017, el equipo quedó fuera de la liguilla, en el Apertura 2018 volvió a colarse a semifinales pero perdió la certificación y el derecho de ascender al faltar al reglamento de la Federación Mexicana de Futbol, relacionado al inciso del aforo de los estadios.

En 2019, termina su andar en la semifinal del Apertura al caer ante Mineros de Zacatecas, consumando así una historia que vino de mejor a peor.

Atlante se despide de Cancún

En medio de la pandemia del COVID-19, con una emotiva carta publicada en las redes sociales, la directiva del club que pertenecía al empresario Manuel Velarde se despidió de Cancún una vez concretado su regreso a la Ciudad de México, este 2020.

“Gracias por recibirnos y abrirnos las puertas desde el 14 de mayo de 2007, tiempo en el que tuvimos la oportunidad de ser orgullosos representantes de Cancún y Quintana Roo, ante el mundo”, establece la misiva publicada en las redes del club.

El mes pasado, Emilio Escalante se presentó como dueño del Atlante, después de que el empresario se alejara de la alianza que tenía con Greg Teylor y Manuel Velarde, ahora a cargo de los Gallos de Querétaro.

Deuda pendiente a trabajadores

A su salida de Cancún en este 2020, el Atlante dejó adeudos en salarios a unos 15 trabajadores desde personal administrativo (cuatro), jardineros (tres), utileros (dos), entrenadores de equipos inferiores (seis) y algunos proveedores como empresas de seguridad y ambulancias, por más de cuatro millones de pesos según señala uno de los afectados que prefirió omitir su nombre por temor a represalias de parte de Manuel Velarde.

Los trabajadores demandaron al club, debido a que se les debe hasta un mes y medio de salario, pese a que el equipo cambió de sede y de dueño.

“Estamos tristes porque pasamos años trabajando para el club, desde Miguel Ángel Couchonnal, expresidente del club, hasta Manuel Velarde, expropietario, se han pasado la bolita, sin embargo, la junta está a punto de resolver el juicio”, declaró.

Los adeudos se generaron durante la anterior administración, pero a los trabajadores quedaron de liquidarlos, sin embargo, nada más los traen dando vueltas, señaló la fuente consultada.

El anterior dueño del club argumenta que no ha podido saldar los pendientes económicos con los trabajadores ya que según, tampoco el nuevo propietario del club ha cumplido con el pago total de la franquicia.

Recordó que a finales de junio, los trabajadores se reunieron con el ex propietario del club quien les dijo que no había dinero para pagarles, por lo que también preguntaron a Manuel Velarde cómo es que tuvo recursos para comprar un equipo en la Liga MX.

“Solo queremos que nos paguen, no queremos problemas con nadie”, agregan los empleados que después de meses en medio de la pandemia esperan su pago.

Por Martín Chi