El beisbol yucateco y mexicano está de luto por el fallecimiento de uno de los más grandes peloteros que han dado estas tierras, William Berzunza León, quien falleció la mañana de ayer a los 84 años.
Miembro del Salón de la Fama del Beisbol nacional y del Deporte Yucateco, William fue uno de los inicialistas locales con mayor clase y un bate que infundía temor.
A unos días de cumplir 85 años de edad, su cumpleaños era el 18 de enero, perdió la batalla contra el Cáncer de próstata, enfermedad con la que peleó una gran batalla desde hace varios años y que ya había hecho mella en su cuerpo.
“Con profunda tristeza les comentamos, la familia Berzunza, que nuestro pilar se nos ha adelantado, dejando un legado enorme en la familia... Don William Berzunza, a tirar líneas a otro nivel. La leyenda continúa”, señaló en sus redes sociales su nieto, William Berzunza Mena, al informar el fallecimiento del expelotero.
Berzunza León jugó por espacio de 19 temporadas en la Liga Mexicana de Beisbol, sumando en su haber 3 campeonatos del circuito, con igual número de equipos, retirándose con un promedio de bateo de .299, conectando un total de 1,566 imparables de por vida, de los cuales 239 fueron dobles y 26 cuadrangulares; además de ganar un Guante de Oro como jugador de posición.
Durante 9 campañas bateó por encima del .300 de porcentaje en la pelota veraniega, siendo su mejor año el de 1965 con los Diablos al promediar .352, con 155 indiscutibles.
Se coronó con las franelas de los Leones de Yucatán en 1957, en la primera estrella que consiguieron los felinos; además de con los Diablos Rojos del México en 1964 y los Broncos de Reynosa en 1969.
Con los melenudos, William Berzunza es el único yucateco en haber alineado en las 3 etapas del equipo, de 1954 a 1958, de 1970 a 1974; y en la que comenzó en 1979, ese año tuvo la oportunidad de tener un turno al bate.
También brilló con luz propia en la Liga Mexicana del Pacífico (LMP), donde jugó por espacio de 8 campañas, alzando el título de campeón con los Yaquis de Ciudad Obregón en la temporada 1965-66, primero que consiguió esta institución.
En este circuito terminó con 458 inatrapables, anotando 151 carreras, 71 dobles, 8 triples y 11 vuelacercas; produciendo 149 anotaciones, terminando con .301 de porcentaje de bateo.
Durante su carrera militó con Yucatán, El Águila de Veracruz, México, Reynosa, Sabinas, Saltillo, Tampico y Tabasco en la LMB; además de Los Mochis, Ciudad Obregón y Guaymas en la Liga Mexicana del Pacífico.
De igual forma fue coach de los Leones y mánager por muchos años de los Lobos del Instituto Tecnológico de Mérida (ITM) a quienes condujo a la medalla de oro de la Universiada Nacional de Colima 1999: igual obtuvo con esta franela el título en 5 Juegos Nacionales Intertecnológicos.
Se adelantó en el camino un gran pelotero, pero sobre todo una gran persona, que deja un gran recuerdo en los corazones de los aficionados de antaño y de los que tuvieron el gusto de conocerlo.