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31 de Jan de 2021
6 min
Escrito por Marco Sánchez Solís
Mérida ha tenido y continúa conservando lugares “míticos” para la práctica del deporte, inmuebles que se han convertido en históricos e icónicos; algunos que aún existen, y otros que ya no, pero que, a pesar de su desaparición, siguen viviendo en el imaginario colectivo de la sociedad.
Sin duda, el más importante de estos sitios que aún sigue de pie, y que, como los “buenos vinos”, año con año mejora, es el Estadio “Gral. Salvador Alvarado”, que lunes 1 de febrero cumplirá 82 años de existencia. La “Catedral del Deporte Yucateco” abrió sus puertas por primera vez en el lejano 1939, año en que nació la historia del inmueble más moderno de su época en todo el sureste mexicano.
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Hablar de este lugar es hacerlo de la historia; del pasado, presente y futuro del deporte yucateco. Es hablar del primer complejo deportivo del sureste, que en el devenir de los años ha recibido a grandes deportistas locales, nacionales e internacionales, viviendo momentos épicos e irrepetibles.
Esta obra arquitectónica correspondió a una idea del Gral. Lázaro Cárdenas del Río, presidente de la República en esos años, quien veía la importancia de la práctica social del deporte como parte de la formación del ciudadano. El nombre se dio en honor del ilustre militar, político y gobernador del Estado, Salvador Alvarado, quien fue un gran impulsor de la práctica del deporte y del ejercicio, apoyando a éstas durante su mandato.
Por primera vez en los 82 años de existencia de esta “Catedral”, estará cerrada un primero de febrero, debido a la pandemia de COVID-19 que la ha mantenido durante casi 10 meses con las puertas selladas.
Para no dejar pasar en forma desapercibida esta importante fecha, se realizará una serie de actividades en línea; entre ellas una carrera virtual, así como un programa de televisión especial.
Transmitido por la televisión del Estado, se verá un video perteneciente a la Filmoteca de la UNAM, y que también se puede visualizar a través de YouTube con el nombre de “Inauguración del Estadio ‘Salvador Alvarado’, 1939”, documento histórico de las festividades por la apertura del inmueble. Otra cosa que no se realizará este año son las tradicionales vueltas en la pista sintética, una por cada año de existencia; tradición que comenzó el atleta oriundo de Citilcum, comisaría de Izamal, Raúl Cervantes Blanquet (qepd) en 1959.
La apertura del Estadio se realizó el primero de febrero con la inauguración de los Primeros Juegos Peninsulares, siendo iniciado por el entonces gobernador del Estado, Humberto Canto Echeverría, reuniendo durante 5 días a los mejores deportistas de toda la región.
Las actividades comenzaron con el encendido del Fuego Nuevo, que daría luz a este evento, que se realizó en la zona arqueológica de Chichen Itzá, haciéndose el recorrido en relevos a pie hasta el pebetero del inmueble, pasando por los pueblos y cultivos que separan los 2 puntos.
Entre las actividades que se vivieron durante estos Juegos, los cuales aglomeraron a cerca de 15 mil personas en su primer día, estuvieron el béisbol, futbol, básquetbol, y el atletismo, tanto en pista como en campo; así como natación, clavados y tablas gimnásticas.
El Estadio fue construido en tiempo récord de 7 meses, ubicándolo en un terreno baldío que formaba parte de la exhacienda de Tanlum, contando con todas las comodidades y adelantos tecnológicos de la época.
El campo deportivo fue diseñado para brindar todas las facilidades a los deportistas; originalmente contaba con servicios sanitarios, banquetas, áreas de jardines y árboles, además estaba complementado por un mástil de bandera que inicialmente tenía 25 metros de altura y sus gradas enmarcaban un pebetero característico que hasta nuestros días se mantiene intacto.
Además, tenía unas torres para la entrada del Maratón, similares a las que tenía el Estadio Olímpico de Berlín y que lució en los Juegos Olímpicos de 1936, las que fueron derribadas al principio de la década de los ochentas a solicitud de los grupos deportivos de béisbol.
El Estadio quedaba, en aquella época, en las afueras de la ciudad, “lejos” de las casas de la época, en la salida al puerto de Progreso, aunque se conectaba con el Paseo de Montejo con lo que se conoce en la actualidad como la “Avenida del Deportista”.
El “Salvador Alvarado” es un Estadio recién remodelado, hace un año, unos días antes de su aniversario, se entregó la obra donde el inmueble fue “rejuvenecido”.
Luce una nueva pista de material sintético de 400 metros, el cual tuvo que volver a levantarse y colocarse después del estreno debido a que en la primera competencia que tuvo se rompió.
La alberca “Augusto Salias Ahuja” luce un nuevo techado en las gradas, además de que se reconstruyeron las plataformas de clavados, que estaban a punto de caerse, ya que databan de la época de su construcción original.
La cancha de futbol ahora sólo será utilizada para área de lanzamientos, además de tener 2 canchas de tenis, 4 de pádel, una cancha sintética de tochito, y una sintética de futbol 7, campo de softbol, gimnasio de boxeo nuevo, cancha de frontón, cancha de futbol rápido, 4 canchas de básquetbol, pista perimetral de atletismo, y varias áreas para ejercicio al aire libre.
Conserva el “Jardín del Deportista” con las placas con los nombres de los atletas que alguna vez ganaron el premio al Mérito Deportivo Yucateco en los años de su existencia. Las gradas principales tienen cupo para unas 7 mil personas que tienen una sólida construcción y excelente ubicación que permite apreciar una panorámica completa de las distintas áreas deportivas.
La también “Casa del Deporte Yucateco” ha sido memoria viva de diferentes hazañas deportivas de nuestro Estado, así como de hospedaje de atletas internacionales que la utilizaron como centro de preparación.
Sin duda, la deportista más importante que alguna vez estuvo entrenando en ella, fue la velocista sonorense Ana Gabriela Guevara.
Cuando la ahora directora de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE) estaba en la cúspide de su carrera deportiva, siendo una de las mejores corredoras del mundo, tomó este lugar como su centro de entrenamiento.
La atleta estuvo en Mérida por 18 días haciendo junto con el resto del equipo nacional, un campamento a nivel del mar bajo las órdenes del cubano Raúl Barreda en 2004, trabajo que la llevaron a colgarse la medalla de plata en los Juegos Olímpico de Atenas, Grecia, ese mismo año.
Otros atletas que tomaron este inmueble como punto de entrenamiento fue la Selección Nacional de Cuba de Lanzamiento, quienes estuvieron hace 5 o 6 años haciendo un campamento previo a diferentes eventos deportivos, incluyendo los Juegos Olímpicos.
También ha sido parte de la historia del futbol yucateco. El 5 de septiembre de 1981 albergó el primer encuentro de un equipo yucateco en la mínima división del fútbol nacional, la Tercera División, con lo que llegó el balompié profesional a nuestras tierras.
Ese primer partido fue entre los Aguiluchos de Yucatán, quienes recibieron en el “Salvador Alvarado” a Tabasco, ante quienes perdieron por marcador de 2-0, con anotaciones de Carlos Funoy al minuto 18 y Arturo Jiménez al 34.
Pero no fueron los únicos que usaron este inmueble como casa ese primer año, también lo hicieron los Leones del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que eran dirigidos por otra leyenda, Don Carlos Iturralde Rivero (qepd). Antes había sido escenario de diferentes partidos dentro del futbol amateur de la Primera Fuerza Estatal.
Igual casi todas las marcas del atletismo yucateco fueron implantadas en este sitio; y por muchos años fue la única fosa de clavados y alberca pública, así como casa de varios partidos de béisbol. Pero no sólo ha recibido a importantes personajes deportivos, en 1993 fue utilizado como helipuerto para el Papa Juan Pablo II en su visita en estas tierras.
SY
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