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Soraya Jiménez, 21 años del primer oro olímpico de una mexicana: INFOGRAFÍA

Soraya Jiménez es originaria del Estado de México y su participación en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000 marcaron historia
Soraya Jiménez fue la primera medalla olímpica de oro para México en Halterofilia / Mexsport

Por primera vez en la historia de nuestro país, una mexicana se colgó el oro en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000. El 18 de septiembre, Soraya Jiménez representó a un pueblo, a un grupo de millones de mujeres que confiaban en sus capacidades y que también estaban hartas de ser subestimadas por el sencillo hecho de ser de un género distinto.

La halterofilia es un deporte que se acostumbraba a ser practicado únicamente por hombres, por aquella fuerza excesiva que las malas lenguas afirman que sólo la masculinidad puede realizarlo por las grandes capacidades que “brinda” el género.

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Recordando a Soraya Jiménez

La mujer, en la exigencia de la igualdad y la libertad de poder ejecutar cualquier prueba sin importar la sexualidad, formó parte de las actividades de cualquier deporte extremo o al menos alguna práctica que exigiera un mayor esfuerzo físico. Así se formó la originaria del Estado de México, Soraya, quien era muy buena para cualquier disciplina, pero el levantamiento de pesas lo supo explotar mejor que el resto.

El pueblo de México dormía en una madrugada que parecía ser como cualquier otra, pero a miles de kilómetros, una mexicana competía por el sueño de conseguir el primer oro para una mujer, en una modalidad que recién debutaba para las deportistas.

Y así, con esa oportunidad que tanto aclamaban, Soraya hizo historia en la categoría de 58 kilos y levantó un peso de 127.5 en dos tiempos. Superando a sus principales rivales de esa noche en Australia, a la coreana Hui Ir Song, campeona mundial favorita para llevarse el oro; la canadiense Maryse Turcotte y la polaca Aleksandra Klejnowksa.

La medalla fue muy signifi cativa por el hecho de ser alcanzada por una mexicana por primera vez en la historia, además representó la décima dorada en la historia de México, teniendo que esperar 16 años, para que, a merced de Soraya, el himno nacional retumbara en una justa de este calibre.

El camino de la mexiquense, que dejaba grandes sensaciones al grado de colocarse como máxima exponente del deporte femenino en México, se terminó demasiado rápido, a los dos años siguientes.

Después de haber luchado con lesiones en la rodilla, problemas personales y económicos, Soraya falleció a los 35 años de un infarto, dejando un legado más vivo que nunca en las nuevas generaciones. Grabó su nombre con letras de oro, se convirtió en ejemplo de muchas niñas y jovencitas que buscan emular el recorrido exitoso de Jiménez. Y el claro ejemplo de que las mujeres también lo pueden todo.

 

JG