El mariscal de campo de los Tampa Bay Buccaneers, Tom Brady, no solo tuvo un susto el año pasado cuando sus padres dieron positivo por COVID-19, sino que también él fue diagnosticado con la enfermedad en febrero.
Brady, de 44 años y siete veces ganador del Super Bowl, habló de su contagio este fin de semana durante una entrevista con Rick Stroud del diario Tampa Bay Times, sin dar mayores detalles sobre sus síntomas que presentó.
Brady también dijo que cree que el coronavirus será un desafío aún mayor este año, a pesar que los Bucs ahora tienen un índice de vacunación del 100 por ciento, convirtiéndose apenas en el segundo equipo de la NFL en alcanzar ese porcentaje, detrás de los Atlanta Falcons.
"De hecho creo que va a ser un factor más importante este año que el pasado, debido a la manera en que lo estamos haciendo ahora, por cómo se verá el estadio, cómo será el viaje, la gente en las instalaciones y los aficionados", declaró Brady. "No es como el año pasado, aunque nos están haciendo pruebas como el año pasado.
Brady quiere hacer historia con Tampa Bay y volver a ganar el Super Bowl durante dos años consecutivos, una hazaña que no se ha visto desde que él lideró las victorias de los Patriots de New England en las temporadas 2003 y 2004.
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AR