La Francia de Kylian Mbappé dio un gran paso en la búsqueda del segundo título mundial consecutivo al clasificar a la final de la Copa del Mundo de Qatar, tras vencer a Marruecos (2-0), el combativo equipo revelación del torneo.
Los Bleus de Didier Deschamps ahora se darán cita con la Argentina de Lionel Messi el domingo en el estadio Lusail, en la que será su cuarta final de un Mundial, luego de las de Francia 1998, Alemania 2006 y Rusia 2018.
El lateral izquierdo Theo Hernández destrabó muy temprano, con un zurdazo en el minuto 5, un juego que se preveía cerrado entre uno de los ataques más prolíficos de la competición, Francia (12 goles), y la defensa menos vulnerada del certamen, Marruecos (3).
“Es increíble jugar dos finales de la Copa del Mundo seguidas, hicimos un gran trabajo”, afirmó el jugador del AC Milan.
Y el atacante Randal Kolo Muani, en el 79’, coronó una gran jugada individual de Kylian Mbappé para acercar a los europeos a su tercer título mundial (en el 1998 y en el 2018).
Los Leones del Atlas primer equipo africano en llegar a una semifinal mundialista, exigieron al máximo a los campeones defensores en el estadio Al Bayt, al Norte de Doha, sorprendiendo incluso al adueñarse de la posesión de la pelota pese a las lesiones de varios de sus hombres, especialmente en la retaguardia.
Los marroquíes de Walid Regragui lucharán por el tercer puesto contra la Croacia de Luka Modric el sábado en el estadio Khalifa de Doha.
“Lo más importante es haber dado una buena imagen. Haber mostrado al mundo que el futbol marroquí existe”, dijo el DT. “Dimos todo y eso es lo más importante. Tuvimos lesionados y eso era demasiado para nosotros”.
Los Bleus abrieron rápido el cerrojo marroquí, que no sucumbió ante los ataques de Croacia, Bélgica, España y Portugal. Pero ni la tranquilidad de un gol de camerino hizo que el camino fuera fácil.
Hernández fue el autor del segundo tanto que los Leones del Atlas encajaron en la Copa del Mundo al aprovechar que un disparo previo de Mbappé se desvió en un zaguero y la pelota le quedó servida para rematar entre Yassine Bounou y el palo derecho.
Francia supo explotar las bandas de los africanos, que iniciaron el juego con tres centrales, una figura táctica que se desarmó muy rápido por cuenta de una aparente lesión muscular del capitán Romain Saiss (20’).
Aquella no fue la única baja con la que Regragui tuvo que lidiar. Minutos antes del pitazo inicial, el central Nayef Aguerd fue reemplazado, debido a una molestia física, por el lateral derecho Achraf Dari.
Con tres o cuatro defensas, tuvieron chances para exigir al capitán francés, Hugo Lloris, con un derechazo de Azzedine Ounahi (10’) y una chilena de Jawad El-Yamiq (44’) que se estrelló en el palo.
Contrario a lo esperado, Marruecos fue el dueño del balón y Francia se decantó por contragolpear, aprovechando los espacios que dejaban los africanos en su lucha por empatar.
Olivier Giroud (17’ y 36’) estuvo cerca de ampliar la cuenta en dos acciones de zurda: la primera impactó el poste, y la segunda, ligeramente desviada, fue el resultado de una acción previa en la que El-Yamiq rechazó, a centímetros de la línea del arco, un tiro de Mbappé.
Kylian Mbappé sepulta la esperanza marroquí
Aunque se esperaba más protagonismo de su parte, los campeones defensores, silbados cada vez que tocaban el balón por la marea roja marroquí, fueron pragmáticos y equilibrados, evitando ser sorprendidos por algún latigazo de Hakim Ziyech y Youssef En-Nesyri.
Francia no resintió la baja por enfermedad del volante Adrien Rabiot, partícipe de los otros cinco juegos y reemplazado por Youssouf Fofana.
Con o sin él, la apuesta de Deschamps para proteger su zaga fue cederle la iniciativa a un equipo que se caracteriza por contragolpear, y que sin embargo siguió llevando peligro a Hugo Lloris.
“La final no se juega, se gana. ”, sentenció el delantero Randal Kolo Muani.
JG