La Selección Mexicana protagonizó otra noche para el olvido al empatar 2-2 con un Valencia plagado de suplentes en el Estadio Cuauhtémoc de Puebla. Lo que debía ser un partido para recuperar la confianza de la afición se convirtió en un nuevo episodio de decepción, exponiendo las carencias del equipo nacional dirigido por Javier Aguirre.
El Tri se adelantó en el marcador gracias a un autogol provocado por un tiro libre de Alexis Vega y un tanto de Ozziel Herrera en el primer tiempo. Sin embargo, el Valencia, que lucha contra el descenso en La Liga española y trajo un equipo alternativo, logró igualar el marcador con un doblete de Dani Gómez, evidenciando las debilidades defensivas de México.
Javier Aguirre, en su tercer ciclo como técnico nacional, vio cómo su equipo reprobaba su primer examen. A pesar de introducir a figuras como Raúl Jiménez, Edson Álvarez, César Huerta y Roberto Alvarado en la segunda mitad, el Tri fue incapaz de conseguir la victoria en un partido que, sobre el papel, debería haber sido una oportunidad para mostrar superioridad.
La afición en el Estadio Cuauhtémoc, que registró una entrada aceptable, expresó su descontento con abucheos al final del encuentro. Este resultado no solo representa un paso atrás en los esfuerzos de la Federación Mexicana de Futbol por reconectar con los aficionados, sino que también genera preocupación de cara al próximo enfrentamiento contra Estados Unidos en Guadalajara, donde México se enfrentará a un rival que históricamente lo ha complicado.