Pato O'Ward vivió una jornada de contrastes en el Gran Premio de México 2024, donde su debut en la primera práctica libre estuvo marcado por momentos surrealistas y reflexiones sobre la realidad económica de la Fórmula 1.
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El día comenzó de manera inesperada cuando, atrapado en el tráfico capitalino camino a su primer evento, O'Ward decidió bajarse del auto y correr hasta el lugar donde lo esperaban cerca de 3,000 personas. "Me hicieron sentir como un popstar, pero no siento que lo sea. Soy un piloto de carreras, solo un hombre caminando, sonriendo", confesó en la conferencia de prensa de McLaren.
En la pista, el regiomontano logró el decimotercer puesto con un tiempo de 1:19.335, superando a pilotos experimentados como Magnussen, Gasly y Stroll. Sin embargo, las instrucciones del equipo fueron claras: priorizar la recopilación de datos sobre el rendimiento puro.
El dinero es el primer impedimento para llegar a F1
O'Ward aprovechó para abordar la realidad económica de la F1: "Yo no llego con 30 millones de dólares, yo vengo como Pato y es con lo único que llevo. Entiendo el tema de negocio en Fórmula 1, pero hasta que no tienes la oportunidad vas a estar sentado".
La sesión, interrumpida por dos banderas rojas, permitió al piloto mexicano experimentar de primera mano la intensidad de la F1, incluyendo el accidente entre Bearman y Albon que presenció de cerca. "Una sesión un poco loca", describió O'Ward.
El piloto de IndyCar también reflexionó sobre el futuro del automovilismo en México y las diferencias entre categorías: "Es difícil saber el futuro... La IndyCar es una categoría con mucho potencial y tristemente no se acerca a lo grande que es la Fórmula 1, pero a mí me encantaría verla crecer".
Para O'Ward, esta experiencia representó la realización de un sueño de infancia, aunque matizado por la realidad del deporte motor de élite. Las banderas mexicanas y las caras de "Pato" desde las gradas fueron el testimonio de un piloto que, más allá del glamour de la F1, demostró su valía en la pista de casa.
AG