El Gran Premio de México 2024 fue escenario de una polémica que ha indignado a los aficionados del automovilismo, tras un incidente entre Checo Pérez y Liam Lawson que culminó con un gesto obsceno del piloto neozelandés hacia el mexicano.
El incidente ocurrió en la vuelta 19, cuando ambos pilotos se disputaban una posición en pista. Tras un contacto que provocó daños en ambos monoplazas, en las últimas vueltas las cámaras a bordo captaron el momento en que Lawson realizó un gesto ofensivo con el dedo medio dirigido a Pérez.
Checo, con la madurez que le caracteriza, respondió diplomáticamente al incidente: "Totalmente innecesario. Estaba fuera de la pista, le había hecho la maniobra en la curva cuatro y en la cinco se queda totalmente por fuera", explicó el mexicano, quien terminó en la posición 17, justo detrás de Lawson.
El piloto de Red Bull reveló además que no es la primera vez que el novato protagoniza situaciones similares: "Es un chavo que está llegando a la F1, quizá trae demasiada presión, demasiadas ganas de protagonismo", señaló Pérez, mencionando que incluso Fernando Alonso intentó hablar con Lawson en Austin sobre su comportamiento.
Pérez advirtió sobre las posibles consecuencias para el piloto de Nueva Zelanda: "Si no aprende y no abre la cabeza seguirá teniendo este tipo de maniobras que quizá le cuesten el próximo año", una clara referencia a la importancia de la madurez y el profesionalismo en la máxima categoría.
El incidente ha generado una ola de críticas en redes sociales, donde los seguidores de Checo han condenado el comportamiento antideportivo de Lawson, considerándolo impropio de un piloto de Fórmula 1.