Carlos Sainz escribió su nombre en la historia del automovilismo al convertirse en el primer piloto de Ferrari en ganar el Gran Premio de México desde Alain Prost en 1990, rompiendo una sequía de 34 años para la escudería italiana en el circuito mexicano.
El español dominó el fin de semana de principio a fin: se llevó la pole position el sábado y controló la carrera el domingo para conseguir su cuarta victoria en Fórmula 1, la segunda de la temporada 2024, en lo que podría ser uno de sus últimos triunfos con el Cavallino Rampante antes de su paso a Williams Racing.
"He notado todo el fin de semana que podía ser mi fin de semana", confesó Sainz tras la victoria. "Tengo a toda mi familia aquí viéndome y quería hacerlo delante de todos ellos, sintiendo el apoyo de esta afición que es increíble. Si hubiese tenido que escoger un sitio para ganar una carrera más con Ferrari, hubiese sido México".
El triunfo de Sainz no solo rompió el dominio de tres años consecutivos de Max Verstappen en México, sino que también convirtió a Ferrari en la tercera escudería, junto a Mercedes y Red Bull, en coronarse en este circuito desde su regreso al calendario en 2015.
Con cuatro carreras por delante antes de su despedida de Ferrari, el piloto madrileño de 30 años mostró su determinación por seguir luchando: "Llevo diciendo mucho tiempo que quería una victoria más antes de irme y hacerlo aquí es increíble. Quedan cuatro carreras, quiero disfrutar lo máximo posible, pero si viene otra, iré a por ella".
La victoria fue celebrada con fuegos artificiales y una lluvia de confeti, mientras los tifosi presentes en el Autódromo Hermanos Rodríguez celebraban el regreso de Ferrari a lo más alto del podio en suelo mexicano.