La Federación Alemana de Fútbol (DFB) ha decidido cambiar de proveedor de equipación, poniendo fin a una relación de siete décadas con Adidas, para embarcarse en una nueva era con Nike.
Este cambio, resultado de un proceso de licitación transparente y competitivo, ve a Nike no solo encargándose de vestir a todos los equipos federados, sino también comprometiéndose a fomentar el fútbol amateur y a contribuir al crecimiento del fútbol femenino en Alemania.
Aunque la DFB no ha divulgado las cifras exactas del acuerdo con la marca estadounidense para el período 2027-2034, se especula que la federación podría estar recibiendo más de 100 millones de euros anuales, una cantidad significativamente mayor a lo que percibía de Adidas.
Este cambio ocurre en un momento financiero crítico para la DFB, que ha visto cómo sus ingresos por premios se han reducido drásticamente tras los desempeños recientes de la selección alemana en competiciones internacionales, además de enfrentar desafíos económicos adicionales.
Para Nike, este acuerdo representa un triunfo considerable, ya que la larga relación entre la DFB y Adidas era vista como prácticamente inalterable.
John Donahoe, director general de Nike, ha celebrado este logro como una demostración de la capacidad competitiva de su empresa.
En contraste, para Adidas, la pérdida del contrato con la DFB se suma a una serie de desafíos económicos, marcando un momento difícil para la marca en su historia corporativa.
La decisión ha generado controversia en Alemania, especialmente en el ámbito político y social, donde la asociación entre la selección nacional y Adidas es vista como un elemento de identidad cultural alemana.
Tanto políticos destacados como ciudadanos han expresado su desacuerdo con el cambio, señalando el profundo legado histórico y emocional de Adidas con el fútbol alemán.
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