El Gran Premio de Azerbaiyán, decimoséptima prueba del Mundial de Fórmula 1, vio a Charles Leclerc de Ferrari asegurar la pole position en una sesión de clasificación llena de emoción en el desafiante circuito urbano de Bakú. Este resultado marca un momento importante para Ferrari y añade un elemento de imprevisibilidad a la carrera del domingo.
Sergio 'Checo' Pérez, piloto mexicano de Red Bull, se aseguró el cuarto puesto en la parrilla, a solo 448 milésimas de Leclerc. Este resultado mantiene vivas las esperanzas de Pérez de luchar por el podio en un circuito donde ha tenido éxito en el pasado.
Sorpresivamente, Max Verstappen largará desde el sexto puesto, dos lugares por detrás del piloto mexicano.
Leclerc demostró su destreza en circuitos urbanos al marcar un tiempo de 1 minuto, 41 segundos y 365 milésimas en la tercera y decisiva ronda de clasificación (Q3). Este rendimiento le aseguró la pole position con una ventaja de 321 milésimas sobre el sorprendente Oscar Piastri de McLaren, quien completará la primera fila de la parrilla.
El circuito de Bakú, conocido por su combinación única de secciones de alta velocidad y tramos técnicos entre los muros de la ciudad, una vez más demostró ser un desafío formidable para los pilotos. Con sus 6.003 metros, es la cuarta pista más larga del campeonato y ofrece oportunidades para adelantamientos emocionantes durante la carrera.
Una sorpresa agradable fue la actuación del argentino Franco Colapinto, quien logró colocar su Williams en la novena posición. Este resultado es particularmente impresionante para un piloto joven en un circuito tan desafiante como Bakú.
La clasificación en Bakú ha establecido el escenario para lo que promete ser una carrera emocionante el domingo. La combinación de la velocidad punta de Ferrari en las rectas largas y la habilidad de Leclerc en las secciones técnicas podría ser decisiva. Sin embargo, factores como la estrategia de neumáticos, la posibilidad de safety cars debido a la naturaleza del circuito urbano, y la presión de los perseguidores como Pérez y Piastri, añaden un elemento de imprevisibilidad.
