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Internacional
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La tensión entre dos de las figuras más prominentes del boxeo mexicano, Oscar de la Hoya y Saúl "Canelo" Álvarez, parece no tener fin. En recientes declaraciones, De la Hoya, fundador de Golden Boy Promotions, ha dejado claro que una reconciliación con el actual campeón mundial está fuera de toda consideración.
El distanciamiento entre ambos, que data de septiembre de 2020, tiene sus raíces en disputas contractuales que llegaron incluso a los tribunales. De la Hoya, lejos de buscar un acercamiento, mantiene firme su postura: "Yo no voy a hacer paces con él, voy a hacer las paces conmigo mismo, porque sé que no hice nada malo", afirmó el medallista olímpico de Barcelona 1992.
Esta fractura en la relación se ha manifestado públicamente en múltiples ocasiones. Recientemente, De la Hoya expresó su desinterés por la pelea de Canelo contra Edgar Berlanga, prefiriendo asistir a un evento de UFC. Además, sus críticas hacia Berlanga provocaron una respuesta agresiva del boxeador, añadiendo más leña al fuego de la controversia.
A pesar de las diferencias, De la Hoya mostró un atisbo de deportividad al comentar sobre el legado de Canelo: "Nosotros no nos llevamos bien, pero ¿por qué no?, por el deporte", respondió cuando se le preguntó si le gustaría ver a Álvarez superando sus logros en el ring.
El excampeón mundial también abordó las críticas que recibe en redes sociales, asegurando que continuará respondiendo a quienes lo atacan, como ha sucedido con Juan Manuel Márquez y Edgar Berlanga.
Este conflicto prolongado entre De la Hoya y Canelo no solo afecta a los involucrados directos, sino que tiene repercusiones en todo el mundo del boxeo. La división entre dos figuras tan influyentes plantea interrogantes sobre las dinámicas de poder y las relaciones entre promotores y boxeadores en la industria.
Mientras el tiempo pasa, la posibilidad de una reconciliación parece cada vez más remota. El legado de ambos en el deporte está asegurado, pero la sombra de esta disputa continúa proyectándose sobre sus carreras, dejando a los aficionados y expertos del boxeo preguntándose si algún día podrán dejar atrás sus diferencias por el bien del deporte que ambos han contribuido a engrandecer.
AG