El empate 2-2 entre Tigres y León en El Volcán la noche del viernes dejó más que un resultado en la cancha, desatando una controversia que ha resonado en todo el futbol mexicano. El punto focal de la polémica fue una frase lanzada por Jesús Martínez Jr., presidente de León, quien insinuó un posible "robo" arbitral tras el partido.
"¡Levanten las manos! Ya se la saben", publicó Martínez Jr. en sus redes sociales, una frase que rápidamente se viralizó y generó cientos de reacciones entre los aficionados del León. Esta declaración hace referencia a la frustración del equipo esmeralda por dos goles anulados que, según su perspectiva, podrían haberles dado la victoria.
El partido estuvo marcado por decisiones arbitrales controvertidas que afectaron principalmente al León. Estos incidentes incluyeron los mencionados goles anulados, que cambiaron drásticamente el curso del encuentro y dejaron a La Fiera con la sensación de haber sido perjudicados.
En contraste con la reacción del presidente del club, el entrenador Eduardo Berizzo optó por una postura más diplomática en la conferencia de prensa post-partido. Aunque reconoció que las decisiones arbitrales afectaron el desarrollo del juego, Berizzo mantuvo una actitud respetuosa hacia los árbitros.
"Los fallos sí nos perjudicaron tal vez, pero no es lo correcto. Los árbitros no hablan de mi trabajo, les debo respeto, pueden equivocarse o no, pero todas nos fueron mermando", declaró Berizzo. El estratega argentino destacó el esfuerzo de su equipo para sobreponerse a las adversidades y conseguir un punto valioso en una cancha difícil como la de Tigres.
Berizzo también resaltó aspectos positivos del encuentro, señalando que el equipo se va "fortalecido de un campo con un rival difícil" y que jugaron "a la altura" de las circunstancias. Esta perspectiva equilibrada contrasta con la reacción más emotiva de Martínez Jr., ilustrando las diferentes formas en que los miembros de un club pueden manejar la frustración después de un resultado controvertido.
La polémica surgida tras este partido pone de manifiesto la tensión constante que existe en el fútbol mexicano entre la pasión por el juego y la necesidad de mantener un discurso profesional y respetuoso. Mientras que la reacción de Martínez Jr. refleja la frustración inmediata y visceral que a menudo sienten los directivos y aficionados, la postura de Berizzo representa un enfoque más medido y diplomático.
AG
