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Canelo Álvarez visita al Tri antes de goleada a Nueva Zelanda. Aguirre debuta con victoria 3-0. Baja asistencia en el Rose Bowl.

La noche del sábado en el Rose Bowl de Pasadena fue testigo de una inusual fusión entre el boxeo y el fútbol, cuando Saúl "Canelo" Álvarez, ícono del pugilismo mexicano, sorprendió a la Selección Mexicana con una visita previa a su partido contra Nueva Zelanda. Este encuentro, que marcó el inicio de la tercera etapa de Javier Aguirre al frente del Tri, culminó con una contundente victoria de México por 3-0.

Canelo Álvarez, quien se prepara para su próximo combate contra Edgar Berlanga en Las Vegas, hizo una pausa en su entrenamiento para brindar un impulso motivacional al equipo nacional. El boxeador tapatío recorrió el vestidor, saludando individualmente a cada jugador y compartiendo palabras de aliento. Su interacción con Rafael Márquez, leyenda del fútbol mexicano y actual asistente de Aguirre, fue particularmente notable, simbolizando un puente entre dos generaciones de atletas mexicanos de élite.

La presencia de Álvarez pareció tener un efecto galvanizador en el equipo. México salió al campo con una intensidad reminiscente de los mejores golpes del campeón de boxeo. Orbelín Pineda encarnó esta energía al anotar apenas al minuto 5, dando inicio a lo que el comentarista describió como un "vendaval" ofensivo en el primer tiempo.

Sin embargo, el partido también reveló áreas de mejora para el equipo de Aguirre. Aunque dominante en el marcador, el rendimiento del Tri fue descrito como de "más a menos" a lo largo de los 90 minutos. Esta observación seguramente será un punto de enfoque para Aguirre y su cuerpo técnico de cara a futuros encuentros.

La victoria 3-0 sobre Nueva Zelanda marca un inicio positivo para la tercera etapa de Aguirre al frente de la selección. No obstante, el próximo desafío contra Canadá el martes en el AT&T Stadium de Dallas se perfila como una prueba más exigente, especialmente considerando la victoria de los canadienses sobre Estados Unidos ese mismo día.

Un aspecto que no pasó desapercibido fue la baja asistencia al Rose Bowl. Con solo 25,271 espectadores en un estadio con capacidad para casi 90,000, la afición pareció no responder como se esperaba al regreso de Aguirre. Esta situación plantea interrogantes sobre la conexión actual entre el equipo y su base de seguidores, un tema que sin duda estará en la agenda de la Federación Mexicana de Fútbol.

La visita de Canelo Álvarez al Tri no solo sirvió como un impulso motivacional para los jugadores, sino que también resaltó la intersección entre diferentes disciplinas deportivas en México. La imagen del boxeador más destacado del país apoyando a la selección de fútbol envía un poderoso mensaje de unidad en el deporte mexicano.

Mientras el Tri se prepara para su próximo encuentro contra Canadá, Canelo Álvarez volverá a su entrenamiento para el combate contra Berlanga. Ambos eventos, aunque en disciplinas diferentes, llevarán consigo el espíritu de motivación y unidad que se vivió en el vestuario del Rose Bowl.

AG