Cruz Azul presentó oficialmente a su fichaje estelar del mercado invernal: Jesús Orozco Chiquete, el defensor de 22 años que llega procedente de Chivas en una operación valuada en 4 millones de dólares más el pase de Luis Romo. En una ceremonia realizada en La Noria, el seleccionado nacional se enfundó la camiseta celeste con el número 5 y dejó clara su ambición de conquistar el título con La Máquina.
El joven zaguero jalisciense, arropado por su familia durante la presentación, expresó sin titubeos su compromiso con su nuevo club: "Necesitaba un cambio y cuando se presentó la oportunidad de Cruz Azul no lo dudé". Su llegada representa una de las transferencias más significativas del mercado, no solo por el monto involucrado sino por la tensión generada entre ambas instituciones durante las negociaciones.
Ante las inevitables comparaciones entre sus antiguos y nuevos colores, Chiquete mostró madurez y diplomacia: "Son dos de las instituciones más grandes del país... nosotros vamos a pelear por el campeonato y vamos a conseguir esa décima que todos queremos". El defensor, quien ya presenció el debut de su nuevo equipo ante Atlas en Ciudad Universitaria, se mostró impresionado por la magnitud de la afición celeste.
El internacional mexicano también abordó sus aspiraciones europeas, dejando claro que su enfoque inmediato está en Cruz Azul: "Mientras estés peleando los lugares de arriba, automáticamente atraes reflectores... Lo de Europa, me debo a Cruz Azul, quiero estar aquí y ser campeón". Esta declaración cobra especial relevancia considerando que su fallido traspaso al Anderlecht belga el verano pasado marcó el inicio de su distanciamiento con Chivas.
La presentación de Orozco Chiquete marca el inicio de una nueva era tanto para el jugador como para Cruz Azul. Con su juventud, proyección internacional y el respaldo de una inversión significativa, el defensor se perfila como una pieza fundamental en el proyecto celeste que busca regresar a los primeros planos del fútbol mexicano. "Nos vamos a partir la madre para llenar el estadio Olímpico de puro cruzazulino", sentenció, sellando su compromiso con la causa celeste.