En un gesto que refleja una mentalidad deportiva excepcional, Sergio Canales, capitán de Rayados de Monterrey, reveló que decidió tatuarse la medalla de subcampeón tras la final perdida ante el América. Esta inusual decisión demuestra su particular forma de transformar la derrota en una lección de vida y crecimiento personal.
"Lo teníamos ahí, confiabas al 100 y al final es uno de los momentos que más marcados se me van a quedar en mi carrera", confesó el español, quien asume abiertamente su responsabilidad en el resultado. "Me calenté y te dejas marcado. Echas la mirada atrás, porque en el partido de Ida no pude conseguir hacer esto o porque en el de vuelta no conseguí esto".
La decisión de Canales de convertir un momento doloroso en un recordatorio permanente ha generado admiración entre la afición rayada, evidenciando por qué el español se ha ganado el respeto como líder del equipo. Su actitud ante la derrota demuestra una madurez y profesionalismo poco comunes en el mundo del fútbol.
aG