Un lamentable episodio de violencia ha manchado el futbol de categorías juveniles en México. La Comisión Disciplinaria de la Liga MX anunció severas sanciones para ocho jugadores involucrados en la batalla campal que se desató durante el partido entre Cruz Azul y Querétaro Sub-19, disputado el pasado domingo en las instalaciones de La Noria.
El encuentro, que inicialmente terminó empatado 0-0 y se definió a favor de La Máquina en tanda de penales, se vio empañado por una serie de agresiones mutuas que escalaron en los minutos finales. Según reportes, varias entradas fuertes por parte de ambos equipos fueron aumentando la tensión hasta desencadenar en un intercambio generalizado de golpes y patadas.
Aunque la cédula arbitral inicialmente reportó seis expulsados (tres por equipo), la Comisión Disciplinaria decidió sancionar a ocho futbolistas con un total de 30 partidos de suspensión. Los jugadores de Querétaro recibieron los castigos más severos: Pablo Muñoz e Isaac Aranda fueron suspendidos por seis partidos cada uno, mientras que Emiliano Guerrero y Joaquín Cruz deberán cumplir cuatro encuentros de sanción.
Por parte de Cruz Azul, Ian Ramírez recibió cuatro juegos de suspensión, Marcio Araujo tres, Carlos Hernández dos y Jeyson Durán uno. Todas las sanciones deberán cumplirse en la categoría Sub-19 durante el presente torneo. Tras el incidente, directivos de ambas instituciones intentaron remediar la situación pidiendo a los equipos darse la mano en señal de respeto, uno de los valores fundamentales que se promueven en las categorías formativas.
AG