El cantante de regional mexicano Gerardo Ortiz ha provocado un terremoto en la industria musical tras declararse culpable de conspirar para violar la Ley Kingpin de Estados Unidos, una normativa que sanciona a individuos y organizaciones vinculadas con el narcotráfico internacional.
Según información publicada por la revista Rolling Stone, el intérprete de éxitos como "Tranquilito" y "Tal como eres" ha admitido formalmente haber realizado negocios y presentaciones para promotores directamente relacionados con cárteles mexicanos, a pesar de haber sido advertido por autoridades estadounidenses.
Detalles de la confesión y el caso federal
La confesión de Ortiz forma parte del proceso judicial contra Ángel Del Villar, director ejecutivo de Del Records, quien enfrenta acusaciones por infringir la Ley de Designación de Cabecillas del Narcotráfico (conocida como Ley Kingpin).
De acuerdo con la fiscalía estadounidense, Ortiz no solo ha aceptado su culpabilidad, sino que además testificará en contra de Del Villar, proporcionando detalles sobre cómo fue persuadido para:
- Ignorar las advertencias explícitas del FBI
- Continuar trabajando con promotores sancionados oficialmente
- Participar en eventos vinculados con organizaciones criminales
El fiscal federal adjunto, Alexander Schwab, ha confirmado que el testimonio de Ortiz será fundamental para esclarecer la red de complicidades entre figuras del entretenimiento y organizaciones criminales internacionales.
Las advertencias ignoradas
Uno de los aspectos más graves del caso es que, según los documentos judiciales, en 2018 agentes del FBI contactaron directamente a Ortiz para advertirle que el promotor Jesús "Chucho" Pérez Alvea había sido oficialmente designado como narcotraficante bajo la Ley de Capos Extranjeros del Narcotráfico.
Esta designación implica que cualquier ciudadano o empresa estadounidense tiene prohibido realizar negocios con la persona señalada. Sin embargo, a pesar de estas advertencias explícitas, Ortiz continuó participando en eventos organizados por Pérez bajo la dirección y supervisión de Del Villar.
Un historial de controversias
No es la primera vez que el nombre de Gerardo Ortiz aparece vinculado a polémicas relacionadas con el narcotráfico y la apología de la violencia. En 2016, el cantante fue arrestado en México acusado de promover el delito a través de un videoclip que, según las autoridades mexicanas, fomentaba la violencia.

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En aquella ocasión, Ortiz logró evitar la cárcel mediante el pago de una multa, pero el incidente marcó un punto de inflexión en su relación con las autoridades mexicanas.
Adicionalmente, el contenido de sus canciones ha sido objeto de críticas por presuntamente glorificar actividades ilícitas, avivando el debate sobre la influencia de la narcocultura en el género del regional mexicano y su impacto en los jóvenes.
Consecuencias legales y para su carrera
La declaración de culpabilidad de Ortiz podría tener graves repercusiones tanto legales como profesionales:
- El cantante podría enfrentar penas de prisión en Estados Unidos
- Su capacidad para realizar giras en territorio estadounidense quedaría seriamente comprometida
- El impacto en su imagen pública y contratos publicitarios podría ser devastador
- Las plataformas digitales podrían reconsiderar la distribución de su música