Seis días después de que Paul McCartney diera un concierto sorpresa en la estación terminal Grand Central, Ringo Starr tomó un camino más tradicional el jueves por la noche con un espectáculo de dos horas en el Radio City Music Hall. Miles de asistentes pasaron la mayor parte del tiempo parados vitoreando. “¡Te amamos, Ringo!”, gritó una persona entre el público, y Starr respondió con un saludo similar. No era momento de lamentarse sobre la situación del mundo. El entrañable exBeatle vistió de negro, pero sobre el escenario colgaban estrellas resplandecientes y símbolos de paz brillaban desde atrás. El mensaje de Starr ha sido por años de amor y paz, una feliz mirada al pasado a través de favoritas de los Beatles o en solitario como Yellow Submarine y Photograph, o de las canciones con sus actuales músicos acompañantes.
Los miembros de la audiencia abarcaban tres generaciones. Habrán acudido para estar ante la presencia de un Beatle, pero también rememoraron los primeros años de MTV con éxitos como Down Under de Men At Work y Africa de Toto, y aplaudieron los viejas clásicos de Santana Black Magic Woman y Oye como va.
Tras bromear al principio sobre sus dificultades para escribir, interpretó Anthem, un himno de su autoría por “la paz y el amor”, como dice la canción. Pero el espectáculo fue ascendiendo hasta llegar a su verdadera canción más emblemática: el homenaje a su lugar en el mundo With a Little Help from My Friends, escrito por John Lennon y McCartney. No tuvo necesidad de presentarla, y apenas tuvo que cantarla. Solo sostuvo el micrófono hacia el público y todos lo acompañaron. LOS ÁNGELES, EE.UU. (AP)