Ivi May Dzib
Sobre las artes escénicas
Las redes sociales han servido para denunciar los abusos que día a día suceden en todos los ámbitos, cuando se trata de asuntos institucionales los ciudadanos ya cuentan con un espacio de denuncia inmediata, trátese de un asunto de salud pública o de una arbitrariedad policiaca, cosa que no sucedía tiempo atrás donde se silenciaba todo lo que el dinero podía comprar, ahora silenciar un abuso es casi imposible, ya que habrá quien lo exponga en las redes ya no por dinero, sino por simple afán de justicia.Gabriela Román, joven mujer del teatro quien ha sido reconocida por su trabajo dramatúrgico, hizo énfasis hace unos días de un abuso institucional en el Teatro de Morelos. La entidad gobernada por Cuauhtémoc Blanco al parecer tiene en su secretaría de cultura personas que siguen sin entender que el trabajo artístico tiene que ser remunerado y que no es un simple divertimento para quienes lo ejecutan. “En días anteriores la Secretaría de Cultura y Turismo de Morelos lanzó la convocatoria para la Muestra Estatal de Teatro, la cual, en el punto 5.1, obliga a los creadores postulantes a firmar una carta donde se comprometen a dar un mínimo de 3 funciones gratuitas. Sí, leyó bien. FUNCIONES GRATIS. No les basta con pagar una función en $3,000, además obligan a todos los participantes, ganen o no la Muestra, a regalar mínimo 3 funciones. Cabe señalar que no sólo regalaríamos nuestro trabajo, habría que agregarle los costos de operación de las funciones que correrían por cuenta de los creadores”.Ante esto, la compañera Gabriela Román lanzó un llamado a la comunidad teatral de su estado: “Colegas morelenses, si accedemos a participar en estas condiciones estaremos sentando las bases de cómo nos tratarán los siguientes años. La convocatoria de Sábados culturales va por lo mismo: en ningún lado habla de pago. Si no hay presupuesto para actividades culturales, que no las haya. Al menos no a través de una Secretaría que pretende colgarse del trabajo gratuito de los artistas morelenses”. El llamado hizo eco en la comunidad teatral no solo morelense, sino a nivel nacional, ya que todos los que trabajamos en el área artística hemos vivido en algún momento el desprecio institucional hacia nuestro trabajo que se traduce en la falta de pago o en pagos ridículos que no se comparan con los costos de producción de nuestras propuestas artísticas.Mientras tanto la secretaria de Turismo y Cultura, Margarita González Saravia, respondió vía Facebook a las quejas de los grupos teatrales de la siguiente forma: “Tienen razón, fue un error nuestro abrir una convocatoria de carácter social, por lo tanto CIERRA LA CONVOCATORIA y con ese poco recurso que tenemos vamos a trabajar con los centros culturales comunitarios y agrego que nos hemos encontrado con artistas que tienen una verdadera vocación social y quieren apoyar estos proyectos comunitarios. Con ellos vamos a trabajar”. Esta fue la burda respuesta de la funcionaria ante las críticas. La indignación ante estas palabras por parte de la comunidad artística no se hizo esperar, nuevamente un funcionario de cultura cree que le hace un favor a la comunidad programando funciones sin goce de sueldo nada más para que los artistas “se den a conocer” y “se promocionen”, cree que el compromiso social de un artista se traduce en regalar su trabajo, cuando estamos seguros de que ese sacrificio no sería capaz de hacerlo ningún funcionario público por la sociedad, pero para ahorrar dinero que bien se puede despilfarrar en “cosas más importantes” al que hay que sacrificar es al artista que vive del aplauso.
Y tan es así, que si uno entra a la página de la Secretaría de Turismo y Cultura de Morelos, vemos fotografías con pie de foto que señalan: “Cómo parte de la promoción turística que se está haciendo a lugares de la categoría Tesoros, se lleva a cabo un encuentro con influencers de la Ciudad de México, en el Hotel Boutique Casa Fernanda”. Influencers, leyó bien, para el gobierno de Morelos esas son las prioridades y de ahí que no haya dinero para los artistas, que como viven de los aplausos y los mueve la buena fe, ellos bien pueden regalar su trabajo, a eso le llaman tener conciencia social, porque los influencers estamos seguros de que no llegaron a Morelos gratis. Lo peor del caso es que esa actitud institucional no es exclusiva del gobierno morelense, podemos traducirlas a otros estados, estaría interesante hablar de cómo está la situación peninsular.