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El director y actores de Sonora hablan del México xenófobo y racista: es de vergüenza, afirman

Acompañada de espectaculares tomas del desierto del Pinacate,  Sonora  llega a las salas de cine de la mano de un gran elenco compuesto por Dolores Heredia, Joaquín Cosío, Giovanna Zacarías, Juan Manuel Bernal, Harold Torres, entre otros, para revivir un episodio vergonzoso en la historia de México que nos hará encontrar con que la situación no ha cambiado del todo decenas de años después.

https://youtu.be/kBiJq80GsKY

Ciudad de México, 6 de septiembre (SinEmbargo).– El retrato de uno de los capítulos más vergonzosos y menos conocidos de la historia del país que muestra la xenofobiaracismo  y discriminación  perpetrada por los mexicanos revive en Sonora , la película de Alejandro Springall , que este viernes llega a las salas de cine .

La cinta se sitúa en 1931, cuando la Gran Depresión alcanzó a México, y el nacionalismo creció a la par de un rechazo contra la comunidad china que habitaba en Sonora, y que desencadenó en campañas y políticas contra ellos.

Un capítulo de la historia que parece lejano, pero que es un vivo retrato de los sucesos que continúan ocurriendo hoy en día, como las acciones ejercidas contra los migrantes en Estados Unidos, sí; pero también las medidas iniciadas en México, donde la Guardia Nacional del Gobierno Federal ya vigila la frontera sur para impedir el paso de migrantes, y que incluso, han señalado ONGs atentas contra los derechos de estas personas.

“Eso le da una pertinencia impresionante a la película, le da una oportunidad increíble, es decir, la película adquiere un valor casi documental al momento en que recupera esa discusión y trae al cine una experiencia que ocurrió hace tanto tiempo, y que sin embargo, en este momento es vigente desgraciadamente. No solamente hablemos de las matanzas y los crímenes de odio, hablemos de la políticas migratorias que cada vez son más radicales y más agresivas, hablando desde luego de la política migratoria mexicana, donde podemos hablar todos los días de este miraje tan impresionante donde la Guardia Nacional ahora está protegido las fronteras, para proteger la llegada de migrantes a los Estados Unidos”, dijo el actor Joaquín Cosío, quien da vida a Emeterio, indígena Tohono O’odham, en entrevista con  SinEmbargo.

https://www.youtube.com/watch?v=BxERgmTLySc

 

Para salir del infierno en el que se ha convertido Sonora , un grupo de personas, con diferentes historias, comienza un largo viaje a través del desierto del Pinacate para llegar hasta Baja California y así cambiar para bien su destino. En la travesía los personajes –en un elenco conformado por Dolores Heredia, Joaquín Cosío, Giovanna Zacarías, Flavio Medina, Erando González, Juan Manuel Bernal, Harold Torres, entre otros- tendrán que lidiar con la racismo y la discriminación, pero también con sus propios prejuicios.

“Es una historia que se tiene que volver a revisar porque uno: no está cerrada, quedan heridas abiertas aún. En el norte todavía se vive y las familias siguen recordando, porque sus antepasados vivieron eso y son parte de este país también. […] Seguimos señalando, diferenciándonos, y más ahora que en el mundo, pues sí, está dominando otra vez una supremacía blanca, dominada por Estados Unidos, y ahí viene Inglaterra, y Europa, en fin, lo mismo está pasando en Sudamerica. Son momentos para reflexionar…”, agregó el director de la cinta, Alejandro Springall.

Sonora  es una cinta que nació de la inspiración del libro La ruta de los caídos, de Guillermo Munro, que plasma cómo autoridades actuaron bajo el mandato de Rodolfo Elias Calles, hijo de Plutarco Elias Calles, para saquear los comercios y cultivos de la comunidad china, e iniciaron una campaña de odio, como se ve en la cinta con el comandante de los Guardias Verdes, Sánchez (Juan Manuel Bernal), quien viaja acompañado del libro Mi Lucha, de Hitler, y su mejor arma para amedrentar es un discurso de odio, un discurso que surge para dividir a las personas.

“Ahora estamos viendo que empieza a surgir un nacionalismo muy horrible en México, y marcar las diferencia de los ‘hondureños son así’, ‘los salvadoreños son así’, ‘los haitianos son así’, porque además México está recibiendo a todos los africanos, al Caribe, centro y Sudamérica, incluso Asía, entonces sí está pasado ahí, y la relación tan extraña de amor- odio, simbiótica y también parasitaria que tenemos entre Estados Unidos y México, y a mí me interesaba mucho, es el único momento donde se ha cerrado la frontera”.

La película no sólo hace reflexionar sobre la migración, sino además ahonda en la discriminación y el racismo, tan latente en México, como explica el actor Harold Torres.

“Esta película en específico plantea distintas formas de racismo o distintas formas de discriminación. La discriminación contra gente de otro lugar, y contra gente de la misma raza. Creo que es una cosa que sigue pasando, y que yo no dudo que se siga manifestando de aquí a un futuro si no se hace algo en está sociedad que nos está llevando a cada vez más a generar más odio entre el prójimo”.

De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) de 2017, una de cada cinco personas mayores a 18 o más declaró haber sido discriminada por alguna característica o condición como el tono de piel, la manera de hablar, peso o estatura, la forma de vestir o arreglo personal, clase social, lugar donde vive, creencias religiosas, sexo, edad y orientación sexual.

De acuerdo con estos mismos datos, el 16 por ciento de las mujeres encuestadas que dijeron sentirse discriminadas, admitieron que fue debido a su clase social, mientras que los hombres que se sintieron diferenciados en este mismo ámbito sumaron 19.7 por ciento.

“Lo tenemos tan arraigado, lo tenemos tan a flor de piel y tan entre la sangre que no nos damos cuenta muchas veces de lo clasistas que sonamos o lo clasistas que podemos llegar a ser sin ofender, porque muchas veces incluso, hasta en la broma existe un comentario así, pero es tan cotidiano en nosotros que no lo hacemos consciente de que estamos siendo racistas o clasistas”, opinó Juan Manuel Bernal.

Aunque no es el objetivo de la industria fílmica, como cualquier otra arte, el cine se convierte en un canal para poder transmitir mensajes poderosos, y en el caso de esta cinta también destapar un episodio histórico más de represión en México.

https://youtu.be/mi1MEVfSynw

“El hecho de que sea una película y que dure un tiempo concreto, que tú vas y en una sentada te ves este cuento, hace así que entonces se haga una economía de todo, cuentes precisamente lo que quieres contar y no alargues ni una otra cosa para poder capturar al público, esa es la fuerza del cine, y que lo ves en una pantalla grandísima, que puedes sentarte ahí, y te puedes ir en el desierto si quieres, te puedes ir en el cuento si quieres. Ahí está, el viaje es igualito que con un libro, es tuyo. Te sientas en la sala y te están contacto a ti la película”, destacó la actriz Dolores Heredia, cuyo personaje, Rosario, cruza el desierto para encontrase con sus nietos.

“Yo creo que el cine es justamente a lo que apuesta, es como absorber temas desde un punto de vista cinematográfico, desde un punto de vista de autor, sin importar que sea una película comercial o de autor, pero sí provocando cosas a partir de buscar el contacto humano más que el sentido comercial, por lo cual la mayor parte de la tele se sigue manejando”, agregó Harold.

El quinto trabajo como director de Alejandro Springall llega a las salas de cine comercial del país este día con un objetivo muy claro, que toda la familia conozca sobre este episodio, y reflexione que a pesar de casi un siglo de separación entre ese suceso y el contexto actual, las luchas son las mismas.

“Si logramos despertar la curiosidad de esto que pasó en México, porque la mayoría no lo sabíamos, y de allí que lo mejor uno de ellos se vaya a googlear o a investigar y que de ahí pase a que se hable sobre ese tema y no pase desapercibido, y se contemple a la posibilidad de ¿por qué no?, pedir un perdón a la comunidad china por lo que se le hizo, sería un fin que el cine no busca que puede que se dé”.

“Al final de cuentas el cine es un cuento, una ficción, que te invitamos a que se apegue la luz y lo veas, y te dejes llevar por la historia que te vamos a contar. Si de ahí tiene otras repercusiones, pues evidentemente es ganancia, como lo que sucedió con la película, o la última de Cuarón, con Roma. […] Entonces creo que el papel del cine es: uno, el entretenimiento, pero también ser la realidad y ser el espejo de la realidad”, culminó Bernal.