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Armand Mattelart, el profeta de la comunicación (III)

Marta Núñez Sarmiento*

XXXVI

En la entrevista a Armand Mattelart que he estado comentado en los últimos trabajos, el sociólogo belga explica cuándo y dónde surge la preponderancia que poseen hoy los medios de comunicación en la vida de las naciones, hasta el punto en que de ser denominados como “cuarto poder” escalaron el podio hasta llegar a ser el “segundo poder”, por encima del sector de las finanzas.

Dice el Maestro: “Por otra parte, en los años setenta como consecuencia de las investigaciones que se realizaron en el campo de la electrónica militar y de la fuerza aérea norteamericana Strategic Air Command, llegan nuevos métodos al campo civil para predecir el futuro. De repente, un conjunto de fábricas de ideas se pone a producir discursos y escenarios de anticipación de la técnica y se pone en marcha un verdadero dispositivo de producción de representaciones en favor de la tecnología. Es la época de los grandes informes en Japón, EE. UU.y cuando piensan sus sistemas de Comunicación y surgen conceptos que ahora se usan cotidianamente como sociedad postindustrial, sociedad de la información, etc.”.

Añade: “Yo creo que a partir de la Segunda Guerra Mundial progresivamente la utopía –no debería llamarse así– se ha trasformado en la construcción de representaciones para hacer desear una sociedad electrónica que es en sí misma una sociedad de mercado”. Desgraciadamente hace rato que experimentamos la influencia que ejercen los medios de comunicación en todos los aspectos de los modos de vida de los ciudadanos, desde qué cosas comer, cómo vestirnos, qué patrones de belleza corporal seguir, cómo pasar nuestro tiempo libre hasta qué creer en materia religiosa o política.

Los científicos sociales que nos comprometemos con crear un mundo con justicia, sin discriminaciones ni tutelas externas tenemos la obligación de “meternos” en las cabezas de quienes, desde las transnacionales de la información, construyen los mensajes contenidos en las novísimas tecnologías sobre todo “lo humano y lo divino” para desenmascarar los intereses que ellos defienden. Entre muchos otros autores, tenemos que releer el llamado a los pueblos del Tercer Mundo a emprender la lucha descolonizadora que hizo el intelectual martiniqués Frantz Fanón en su libro Los condenados de la Tierra allá por 1961. Estamos obligados a reflexionar sobre los prejuicios y los perjuicios de las nuevas tecnologías, tal y como los usan las transnacionales de la comunicación, para que una vez que los descifremos podamos usarlos a favor de nuestras utopías terrenales. A la vez, esto requiere que pensemos críticamente también sobre lo que sucede en nuestras sociedades, porque solo cuando saquemos a la luz los errores que quebrantan los esfuerzos para convertir en realidad los ideales de sociedades mejores estaremos en condiciones de enmendarlos entre todos. Actualmente, al menos en el caso cubano, los científicos sociales tenemos que traducir los resultados de nuestras investigaciones en materia prima para los mensajes de las formas más modernas de la comunicación social, desde Facebook hasta los tuiters.Para los especialistas jóvenes esto resulta fácil, mientras que para los más añejos –como yo– representa un reto que siempre aplazamos pero que hay que asumir ¡Ya!

Me ejercitaré en la tarea de descifrar los contenidos recientes de los tuits que sobre Venezuela emitieron dos de las figura más poderosas de la política exterior de EE. UU. hacia América Latina.

Comenzaré con los que trasmitió el vicepresidente norteamericano Mike Pence, entre el 16 y 18 de noviembre.

16 de noviembre, 2019, 1:58 pm: “Maduro y su pandilla de asesinos continúan reprimiendo la democracia. El asalto de ayer a las oficinas del Partido del Presidente @jguaido es reprochable y demuestra cuán débiles y paranoicos son. ¡Maduro no respeta en absoluto la #libertad o las reglas del derecho y tiene que marcharse!”.

Sigue: “Urgimos a los militares venezolanos a colocarse al lado del pueblo de Venezuela, no al lado de un déspota. ¡Los militares venezolanos deberían ser una fuerza del bien! ¡En sus manos está el poder del cambio para lo mejor!”.

El “segundo hombre” de EE. UU. se inmiscuye en los asuntos internos de Venezuela vulnerando todos los principios del derecho internacional. Simultáneamente, este ferviente cristiano se muestra incapaz de confesar la culpa que debería sentir al violar dos de los Diez Mandamientos, a saber, “no hablarás contra tu prójimo falso testimonio” y “no codiciarás la casa (de tu prójimo)”…aunque posea las mayores reservas petroleras y acuíferas del mundo.

Además, observen cómo se vale de la inmediatez de las nuevas tecnologías para remitir a los lectores en su breve mensaje a los tuits de Guaidó y al sitio #libertad. Busqué @jguaidodel 16 de noviembre. Se define como “Servidor público, Presidente (E) de la República Bolivariana de Venezuela y la @AsambleaVe, apegado a los Art. 233/333 CRBV. Ingeniero. En todo amar y servir”.

En su sitio del 18 de noviembre aprovecha para convocar a una nueva manifestación contra Maduro: “El #21Nov los estudiantes han convocado a la calle. Venezuela, vamos a acompañarlos. Mantengamos y enfoquemos la protesta todos juntos #HastaLograrlo”.

Pero los pecados del vicepresidente de Estados Unidos se acrecientan cuando en su tuit del 18 de noviembre a las 3:53 p.m. insta a los militares venezolanos a rebelarse contra su presidente constitucional y jefe de las Fuerzas Armadas. Cito: “Los Estados Unidos respaldan al Presidente @jguaidoy a todos los venezolanos en su lucha por la #libertad. Venezuela merece un futuro seguro, democrático y próspero. Careciendo de un reclamo legítimo por el poder, Maduro debe irse. ¡El pueblo oprimido de Venezuela tiene el derecho a prosperar de nuevo!”.

Hallé dos tuits respondiendo a Pence que reproduzco. El primero dice: “El ultraderechista extremista cristianoVicepresidente del bribón Estados Unidos (quien no puede esperar por el Éxtasis, esto es, la destrucción apocalíptica de la humanidad) de paso llamó a un golpe militar en Venezuela hoy. Fracasó nuevamente. Los golpes de estado son el hobby favorito del Tío Sam”.

En respuesta a este tuit, una persona comentó: “Sí. Estoy seguro que los modernos ‘conquistadores’ son casi tan buenos como los originales. Sólo que llevan una bandera diferente”.

Escogí un tuit del senador Marco Rubio del 15 de noviembre a las 2:47 p.m. que convoca también a protestar contra Maduro: “Es fácil para quienes viven fuera de #Venezuela exhortar a la población a que tome las calles. Nosotros no enfrentamos el hambre, el sufrimiento y los peligros que ellos enfrentan. Pero nosotros tenemos indicaciones muy fuertes que ##16NTodaVenezuelaEnProtestapuede ser un momento muy importante en sus esfuerzos para restablecer la democracia”.

Si desean continuar leyendo a quienes le apoyan y a quienes le ripostan, acudan tanto al sitio del senador por la Florida como a los otros dos #, estos últimos virulentamente llamando a derrocar al presidente Maduro.

Me detuve solo cuatro días en los mensajes de Marco Rubio sobre Venezuela, porque es una de las figuras más influyentes en la política exterior de Estados Unidos hacia la “troika” o el “eje del mal” en América Latina, Venezuela, Cuba y Nicaragua. Escogí a Mike Pence, porque sería el funcionario que sustituiría al presidente Donald Trump si este resulta condenado por el impeachment que está desarrollándose en la Cámara de Representantes de EE. UU. ¡Qué Dios nos libre de él!

Por cierto, leí rápidamente las decenas de tuits que Trump escribió entre el 15 y el 18 de noviembre. Todos estaban dirigidos, ante todo, a arremeter contra quienes declaraban en su contra en las sesiones sobre el impeachment y a alabar a los pocos que lo defendían. Denotaba que estaba realmente preocupado porque se conociera la verdad de sus conversaciones con el presidente de Ucrania. Utilizaba para defender sus habituales bravuconerías que, desgraciadamente, cautivan a sus fieles electores. El único otro tema que tocó para compensar su desprestigiada imagen en el procesos de la Cámara Baja fue repetir que las finanzas de EE. UU. demostraban un alza.

Armand Mattelart fue certero cuando explicó qué papel nos toca desempeñar a los científicos sociales en esta era en que las nuevas tecnologías las explotan las transnacionales sin cansancio para inyectar sus ideologías en las masas. Pero, a la vez, nos convoca a usarlas para materializar las utopías terrenales que trabajan para eliminar la pobreza.

Cito al Maestro: “Es duro decirlo, yo estoy en una Universidad en la que hay sectores con un pensamiento crítico pero hay otros que ya no siguen pensando, que ya han dejado de pensar en la misión de la Universidad y del servicio público frente a los retos de esta lógica de integración”.“Cuando se dice que triunfa la idea de democracia mercantil, el triunfo de la democracia de mercado no es un lema general y tiene actores muy concretos que se resisten a unas ideas y hacen avanzar otras, etc. Yo creo que tanto la creación de representaciones como la resistencia a otras no existen si no están integradas en un tejido social y no al margen de él”.

Continúa: “Cuando hablamos de los déficit de la democracia, de estas crisis que envuelven al Estado de Derecho deberíamos plantearnos hasta qué punto estamos defendiendo la democracia con instrumentos anticuados. A nuevos tiempos, a la desregulación, a un tiempo de crecimiento de las nuevas plutocracias se hace necesario dotar a la sociedad civil de nuevos instrumentos que garanticen el ejercicio de sus derechos colectivos. La comunicación es mucho más que los medios, participa en la producción, en el ocio, etc. Hay una invasión y, a la vez, una cesión de los Estados de su propia soberanía. La expansión de la comunicación se hace a costa de la privatización de espacios previamente públicos y esa desregulación alcanza en ocasiones la privatización de derechos fundamentales, se pone en juego la libertad de expresión, el derecho a la información de los ciudadanos y muchos valores que están en la médula de lo cívico”.

Por tanto, tenemos que asaltar las nuevas tecnologías para difundir las ideas que defendemos. Este sería un tema imprescindible para el seminario que los diarios POR ESTO! posiblemente organizarán en ocasión de su 29 aniversario en marzo próximo.

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