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Armando Hart nos recuerda el momento cuando el Centro Histórico de la capital cubana fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad

Eloísa Carreras Varona

La palabra de Armando no podía faltar para rendir homenaje en estas celebraciones por el 500 Aniversario de La Habana, es por ello que de su valiosa papelería entrego en esta columna estos apreciados documentos:

1. El texto que contiene de forma íntegra las declaraciones que ofreció al inolvidable periodista Orlando Castellanos, para el programa “Formalmente Informal”, de la emisora Radio Habana Cuba, con motivo de que el Centro Histórico de la capital cubana fuera declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco en diciembre de 1982.

2. Sus palabras de elogio para el Dr. Eusebio Leal, por los 20 años del reinicio de los trabajos de la Oficina del Historiador de la Ciudad, en el acto celebrado en el Museo de la Ciudad de La Habana, el 20 de octubre de 1986.

Documento 1

Periodista Orlando Castellanos: Con motivo de haber sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco la zona capitalina cubana conocida como La Habana Vieja, transmitiremos a ustedes hoy unas declaraciones grabadas para este programa “Formalmente informal” con el ministro cubano de Cultura Armando Hart, miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba e integrante del Consejo de Estado de la República de Cuba. Con ustedes el ministro cubano de Cultura Armando Hart.

Hart: En primer lugar es un gran honor para nuestro país que la zona más antigua de la Ciudad de La Habana fuera destacada con esta gran distinción. Para comprender su significado, según datos de la Unesco, existen en el mundo hasta el año 1981 algo más de 80 lugares con esta distinción, que son patrimonios históricos, culturales, que han dejado huellas imperecederas en la historia y en la vida de la humanidad.

Hay que recordar que la Ciudad de La Habana, hasta mediados del siglo pasado, tenía su base esencial, fundamental, y su asiento esencial en esta zona de La Habana Vieja. Y también hay que recordar que fue una de las primeras ciudades fundadas por los europeos cuando llegaron a América allá en los siglos xv y xvi. Es decir, que se trata del casquete o de uno de los casquetes urbanos más antiguo de la influencia europea en América.

Esta zona declarada Patrimonio de la Humanidad está compuesta, esencialmente, por el sistema de fortificaciones militares, sistema que abarca zonas que se salen del casco histórico, pero que son de gran significado, porque son las fortalezas militares entre las más antiguas de América que se construyeron desde los primeros siglos de la colonización española. Está también el casco histórico, que es la zona que se encontraba amurallada, donde se construyó la muralla que rodeaba la antigua ciudad y algunos de cuyos restos de esa muralla existen todavía como patrimonio cultural.

Este casco histórico tiene cuatro elementos muy importantes de considerar: en primer lugar la Plaza de Armas, donde estaba el poder político de la Colonia y donde se fundó la ciudad. Junto a la Plaza de Armas, se fundó la ciudad. En segundo lugar, la Plaza de la Catedral, donde se concentraba lo principal del movimiento religioso y que junto a ello también tenían los seminarios de San Carlos, que fue origen de las escuelas cubanas. En tercer lugar, la Plaza Vieja, que abarca o donde se concentraba el mercado y una gran actividad de carácter social y, en cuarto lugar, la Plaza de San Francisco, donde se concentraba todo el comercio exterior y todo el proceso de las exportaciones e importaciones de la ciudad.

Por otro lado, debemos recordar que esta zona del casco histórico con sus fortificaciones, tuvo una importancia militar, política y comercial de primer orden; hay que tomar en cuenta que las naves españolas que venían rumbo a Suramérica o rumbo a México pasaban por aquí y La Habana era como una antesala de todas las expediciones y de toda la navegación de la época. Por eso fue una plaza muy codiciada por las distintas potencias coloniales que se disputaban esta zona del mundo en los siglos anteriores, y hay que recordar la famosa toma de La Habana por los ingleses en el siglo xviii.

También no se debe olvidar que Cuba, y consiguientemente La Habana, fue el último país en liberarse del yugo colonial español, cuando gran parte de los países de América Latina se liberaron de yugo español, a principios del siglo xix; La Habana permaneció bajo la dominación española a fines de ese siglo; eso hizo que La Habana fuera un centro muy importante para la defensa de la dominación colonial española en su lucha contra la liberación de los pueblos de América. Pero al mismo tiempo, esto gestó en La Habana una contrapartida y un intenso movimiento político y de ideas. Por esta ciudad pasaron todas las ideas: liberales, democráticas, progresistas y científicas más importantes del siglo xix en el mundo. Así es que, si de una parte La Habana se convirtió en un centro importante para la defensa del colonialismo español, de otra parte, se cruzaron por aquí movimientos artísticos, culturales e ideológicos muy importantes y que marcan muy profundamente el siglo xix cubano. Un símbolo de este hecho está en que en La Habana Vieja, en el casco histórico de La Habana Vieja nació José Martí, el héroe de la independencia de Cuba y una de las figuras más representativas del movimiento intelectual de América Latina de todos los tiempos.

Había mencionado el sistema de fortificaciones, he hablado del casco histórico y hay una tercera zona que es la que está más allá de la muralla y cuyas líneas urbanísticas fundamentales se delinearon prácticamente ya en el siglo xix y muchas de las construcciones son ya del siglo xx y que conforman toda una unidad urbanística. Hay que decir que hasta hace pocas décadas allí estaba el Palacio Presidencial de Cuba, hoy Museo de la Revolución; allí estaba el antiguo Parlamento de la sociedad burguesa cubana, hoy está allí la Academia de Ciencias de Cuba en ese antiguo Parlamento. Está la Terminal de Trenes, hay que recordar que Cuba fue uno de los primeros países del mundo en que existió el ferrocarril. Está entre los primerísimos países en que existió el ferrocarril; incluso en Cuba hubo ferrocarril antes que en España y el primero en América Latina en que existió el ferrocarril, y están otros edificios de gran significación.

En el conjunto del casco histórico y de la zona considerada como patrimonio cultural hay 88 monumentos de alto valor arquitectónico y existe además un número importante de monumentos con valores ambientales, lo que hace prevalecer el valor patrimonial y cultural que tiene esa zona de nuestra capital.

La Habana Vieja es un municipio de Cuba que pertenece a la Ciudad de La Habana. Aquí tenemos conceptuada la ciudad de La Habana con categoría de una provincia cubana, la Ciudad de La Habana es una provincia de Cuba. Y dentro de ella está el municipio de La Habana Vieja. En la parte del casco histórico de La Habana Vieja residen unos 70 mil habitantes. Y en todo el municipio viven más de 100 000 habitantes. Es decir, que lo que se ha honrado en este caso es ya un municipio del país. O se le ha dado a un municipio del país esta categoría, municipio en que se inició la construcción de la ciudad. Hay que decir que cuando la conquista y colonización de Cuba, a principios del siglo xvi, hay siete villas fundadas por Diego Velázquez, que fue el primer conquistador de Cuba, que nosotros las hemos considerado patrimonio cultural del país, que precisamente fueron las primeras fundadas en Cuba, que son la Villa de la actual ciudad de Baracoa, Santiago de Cuba, Bayamo, Puerto Príncipe (que hoy se llama Camagüey), Trinidad, Sancti Spíritus y La Habana. Es decir, que La Habana fue una de las primerísimas ciudades del país y de la influencia europea en América.

Esto significa, como decíamos al principio, un gran honor para nuestro país, pero significa, asimismo, una alta responsabilidad. Estamos conscientes de que ello nos obliga a un esfuerzo aún mayor del que se viene haciendo con relación a la conservación de una zona como patrimonio cultural. Estamos muy reconocidos por esta distinción que ha hecho el organismo especializado de la Unesco en esta materia y nos comprometemos, a nombre del Gobierno cubano, a seguir trabajando cada vez de una forma más profunda en la conservación de la ciudad.

Debo decir que para lograr este reconocimiento hubo necesidad de hacer estudios muy profundos que avalaran estas conclusiones. Un grupo amplio de especialistas cubanos, en colaboración con la Unesco, lograron esclarecer bien el origen histórico de cada uno de estos monumentos, de cada uno de estos sitios, la configuración urbanística de la ciudad y se ha hecho un estudio muy profundo por un grupo de especialistas cubanos. Nosotros tenemos hecho un planeamiento muy preciso de todo lo que hay que hacer en la ciudad para su conservación y mantenimiento. Desde luego, no es sencilla la cuestión, porque es una ciudad en la que habita una población numerosa, una ciudad que da al puerto de La Habana, en que hay algunos organismos políticos, administrativos y de dirección, en que hay algunas empresas de tipo económica y comercial, luego hay que hacer un gran esfuerzo y un gran trabajo. Hay un plan muy profundo para La Habana Vieja aprobado por el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros de Cuba, en que labora el Ministerio de Cultura y el Poder Popular de la Ciudad de La Habana y de La Habana Vieja, un plan de restauración que en la zona de la Catedral ha avanzado y ese plan contempla la creación, que ya está funcionando, de un centro de restauración para lo cual hemos recibido y vamos a recibir una amplia cooperación de la Unesco y vamos a formar especialistas en reparación y reconstrucción de monumentos. Y este plan contempla al mismo tiempo la restauración de una serie de lugares específicos muy concretos. Este plan se viene elaborando y chequeando muy detalladamente por el Ministerio de Cultura de nuestro país y el Poder Popular de Ciudad de La Habana. Quiero decir todo esto porque la Declaratoria de Patrimonio Cultural de la Humanidad de La Habana Vieja es una consecuencia también del gran esfuerzo que nuestro país ha estado desplegando en esta zona de la ciudad y diría que del esfuerzo que en general el país despliega en defensa del Patrimonio Cultural de la nación.

La primera ley aprobada por la Asamblea Nacional del Poder Popular, cuando su constitución, fue la Ley del Patrimonio Cultural. Así es que la ley número uno de la legislatura cubana es la Ley del Patrimonio Cultural. La segunda ley es la ley de los monumentos nacionales y locales; esto es todo un símbolo de la protección que en nuestro país se le brinda al patrimonio cultural.

Reiteramos que la defensa del patrimonio y de la identidad cultural de la nación constituye un elemento esencial de nuestra política. Yo creo que el reconocimiento de La Habana Vieja, como Patrimonio de la Humanidad es un síntoma de que se respeta la historia de una ciudad que ha jugado un papel tan importante en la propia Historia de Cuba, en la Historia del Caribe y en la propia Historia de América; y es un síntoma también del respeto a los esfuerzos que el Gobierno y las instituciones cubanas realizan a favor del patrimonio cultural de la nación.

Por otra parte, y al calor de esta declaratoria, hay convocada una sesión de la Asamblea Provincial del Poder Popular y de la Asamblea Municipal de La Habana Vieja para aprovechar la ocasión y darle un impulso mayor a la restauración. Es decir, que los compañeros de la Dirección del Poder Popular en Ciudad de La Habana han tomado esto como un gran honor, con un gran entusiasmo, tengo entendido que le va a dirigir una comunicación a los organismos de la Unesco comprometiéndose a hacer un trabajo cada vez más profundo en esta dirección. Es decir, que todo esto nosotros lo tomamos como un estímulo mayor en defensa del patrimonio cultural de La Habana Vieja y del país.

Documento 2

Palabras de elogio pronunciadas por el Dr. Armando Hart en reconocimiento al Dr. Eusebio Leal, por los 20 años del reinicio de los trabajos de la Oficina del Historiador de la Ciudad

El Comité Ejecutivo del Poder Popular y el Ministerio de Cultura han querido rendir este homenaje el 20 de Octubre, Día de la Cultura Cubana, al Museo de la Ciudad de La Habana, a todos sus trabajadores y, entre ellos, a su promotor fundamental, el entrañable compañero Eusebio Leal. Pensemos que el pasado día 18 se conmemoraron 20 años del reinicio de los trabajos de la Oficina del Historiador de la Ciudad, porque Emilio Roig de Leuchsenring había fallecido en 1964.

Efectivamente, el Museo de La Habana es el continuador de la Oficina del Historiador de la Ciudad, del inolvidable Emilio Roig, quien con tanta profundidad denunció en la seudorrepública al imperialismo yanqui y que tanta influencia tuvo y tanto prestigio ganó en nuestro pueblo.

A su vez, el Museo de La Habana se ha convertido en un símbolo importante del esfuerzo de restauración que se lleva a cabo en el Centro Histórico de la ciudad. Este empeño ha sido factible porque se ha logrado conjugar diversos factores, nacionales unos, y provinciales y del municipio La Habana Vieja otros. A todos aquellos que hacen posible este empeño de restauración, vaya también, pues, nuestro reconocimiento.

La labor realizada en el Museo de La Habana tiene también un importante significado en relación con la promoción cultural. Aquí se ha hecho, como se viene realizando también en muchas instituciones locales, provinciales y nacionales, un esfuerzo continuado y sistemático por la promoción de los valores espirituales de nuestro pueblo.

Hace unos días asistí al Encuentro de los Jóvenes Creadores, donde ellos plantearon con profundidad y agudeza la importancia de la promoción cultural. Ahora, a propósito de este homenaje, destaco la significación que tiene, para el arte y la cultura, la labor de los promotores y el esfuerzo que en muchos lugares del país se hace en este sentido, por lo que extiendo este reconocimiento a todos aquellos que promueven y divulgan el arte y la cultura cubanos.

Pero en esta ocasión, debemos reconocer y rendir homenaje, muy especialmente, a la labor de restauración que ya viene llevando a cabo Leal, porque su esfuerzo por la restauración en el país es significativo y, asimismo, Leal ya ha logrado levantar un gran movimiento con el apoyo del gobierno, del Partido, que ha dedicado grandes recursos a este empeño, se ha desarrollado un gran movimiento en relación con la restauración de los edificios históricos y de los bienes inmuebles en general, que expresan la defensa del patrimonio cultural del país y expresan también los principios de la Revolución en defensa del patrimonio cultural del país, alentado por el propio apoyo de Fidel.

El trabajo que Leal ha desplegado en el Centro Histórico de La Habana Vieja, y en la promoción en general de todas estas ideas y esfuerzos es insuperable. Leal ha sido un genuino promotor, un generador entusiasta de la defensa de los valores patrimoniales de nuestro país. Y lo ha logrado porque además de estar dotado de un talento excepcional, es un hombre capaz de unir voluntades, sumar esfuerzos; vincular el arte, la técnica y el trabajo científico y de investigación, lo que propicia la verdadera integralidad de la cultura. Cuando Leal defiende nuestro genuino patrimonio cultural, defiende la identidad cultural cubana y defiende, por lo tanto, a la nación cubana. Por eso tengo que decir todo lo alto que pueda ¡Gracias, muchas gracias, amigo Leal!

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