Félix Sautié Mederos
CDLXXXVII
En mi anterior capítulo, comencé a escribir mi testimonio al respecto del viaje que realicé a Mérida, Yucatán, entre los días 17 y 24 de marzo de 2019, con el objetivo de participar en las actividades programadas para la conmemoración del 28 Aniversario de POR ESTO! y en la realización del IV Seminario Internacional de Periodismo convocado con el tema “Por Un Periodismo Auténtico 2019”. En un único capítulo no me es posible testimoniar el conjunto de sentimientos, experiencias y vivencias acumulados durante los días allí transcurridos. En consecuencia, continúo con el tema y quizá requiera otro capítulo más.
Para comenzar, una vez más quiero reiterar en este capítulo lo que en tantas ocasiones he planteado al respecto de lo que constituye el objetivo principal de La Espiritualidad Prohibida.
Reitero que tiene que ver, en primera instancia, con el registro, que a su vez es base del desarrollo de la humanidad y de la historia. Una genial fórmula de luchar contra lo efímero que es la vida encontrada desde tiempos inmemoriales por los seres humanos. El registro ha sido y es el medio más importante de la humanidad para comunicarse con las generaciones que se suceden en el tiempo y darle continuidad al desarrollo científico, cultural y social, así como a la historia. Un verdadero reservorio de sabiduría y experiencias vividas.
Debo decir al respecto que el tema “Periodismo y Revolución”, es recurrente en los seminarios convocados por POR ESTO! También mi participación en el debate igualmente lo ha sido. En este orden de cosas quiero expresar, ante todo, que he podido participar y publicar mis testimonios, ya que el periódico de la Dignidad, Identidad y Soberanía me ha abierto de par en par sus puertas en cumplimiento de su función de “casa de acogida” de periodistas honestos, auténticos y de izquierda, en esta última etapa de mi peregrinaje terrenal. Lo que me ha permitido continuar mi vida de periodista en mi tercera y cuarta edad, más allá de los esfuerzos de los dogmáticos de siempre que pujan por limitarme y anularme en mis posibilidades de publicación. Por tanto, de nuevo quiero expresarle mi agradecimiento y mi reconocimiento a POR ESTO! y a su director general don Mario Renato Menéndez Rodríguez, verdadero Maestro de Periodistas, por darme la muy valiosa posibilidad de publicar regularmente mis testimonios y criterios.
Lo que se puede aportar desde Cuba a este tema que considero de trascendental importancia pasa por las prácticas y los criterios al respecto por parte de José Martí, Pablo de la Torriente Brau, Armando Hart, Fidel y el Che, por mencionar tan solo a algunos de los más destacados periodistas cubanos que han hecho de la profesión un arma y un escudo de la Revolución.
En especial, quiero recordar algunas las concepciones y prácticas consecuentes de José Martí y Fidel Castro como complemento de mi testimonio sobre el tema debatido, con un enfoque esencial que nos planteó el Che en su artículo “El socialismo y el hombre en Cuba”.
Dijo José Martí:
- Las verdades elementales caben en el ala de un colibrí [...].
- Más que periodistas imparciales lo que hace falta son periodistas honestos [...].
- El periódico ha de estar siempre como los correos antiguos con el caballo enjaezado, la fusta en la mano y la espuela en el tacón [...]. Al menor accidente, debe saltar sobre la silla, sacudir la fusta y echar a escape al caballo para salir pronto y que nadie llegue antes que él [...]. Debe desobedecer los apetitos del bien personal y atender imparcialmente al bien público [...].
- La prensa debe ser examen y la censura, nunca el odio ni la ira que no dejan espacio a la libre emisión de las ideas. Nunca se acepta lo que viene en forma de imposición injuriosa; se acepta lo que viene en forma de razonado concepto [...].
- Solo quien sabe de periodismo, y de lo costoso del desinterés, es quien puede estimar de veras la energía, la tenacidad, los sacrificios, la prudencia, la fuerza de carácter que revela la aparición de un diario honrado y libre [...].
- El periódico es una espada y su empuñadura es la razón. Solo deben esgrimirla los buenos y no ha de ser para el exterminio de los hombres, sino el triunfo necesario sobre los que se oponen a su libertad y progreso [...].
- Odio la pluma que no vale para clavar la verdad en los corazones y sirve para que los hombres defiendan lo contrario de la que les manda la verdadera conciencia, que está en el honor y nunca fuera de él [...].
- Debe ser útil, sano, elegante, oportuno, saliente. En cada artículo debe verse la mano enguantada de quien lo escribe, y los labios sin mancha que lo dicta. No hay un cetro mejor que un buen periódico [...].
Fidel fue un maestro en el ejercicio del periodismo como arma de la Revolución y podría citar un conjunto de conceptos básicos suyos al respecto, pero los supera en todo lo que nos expresó para siempre en su legado sobre lo que es Revolución, que constituye, en mi criterio, guía esencial para la acción y la ética que da fundamento al ejercicio del Periodismo y Revolución. En mi ponencia, que cito más adelante, lo caracterizo y expreso textualmente.
Podría citar mucho más referido a los conceptos de José Martí e, incluso, de Fidel de lo que es el periodismo, pero ese no es el objetivo del presente capítulo. Solo baste con lo citado, en mi opinión, para expresar una base sólida de la importancia del tema en cuestión. Quiero cerrar este especio de citas básicas con algo que el Che expresó en su enjundioso artículo “El socialismo y el hombre en Cuba” y que considero básico para el análisis y consideración del tema “Periodismo y Revolución” que le da fundamento a mi testimonio de lo planteado en el seminario. “No debemos crear asalariados dóciles al pensamiento oficial ni becarios que vivan al amparo del presupuesto, ejerciendo una libertad entre comillas”.
A continuación, quiero compartir mi intervención sobre el tema en el IV Seminario de Periodismo convocado por POR ESTO!, en la mesa 7 el martes 19 de marzo:
Yo quiero decir que cuando escuché ayer o antier la ponencia del compañero Jorge Gómez Barata en el tema “El periodismo y el contexto latinoamericano”, me hizo cambiar completamente mi ponencia porque me di cuenta que nosotros en vez de venir a hacer la historia de lo que nosotros hicimos teníamos un problema muy serio por delante. El problema muy serio que teníamos por delante es que en nuestra América, precisamente en la etapa de las transformaciones que se han estado dando, no se ha comprendido la importancia que tiene el periodismo en la Revolución. Y Barata nos lo decía: ¿Qué es lo ha quedado en Brasil para el Partido del Trabajo?, nada. Y ¿qué es lo ha quedado en Ecuador para los seguidores de Correa?, nada. Porque se ocuparon de una serie de transformaciones, pero no se ocuparon de pensar la importancia que tenía crear un órgano de comunicación. Además, en este orden de pensamiento, hay también un problema que yo planteaba ayer y que hoy quise plantear: los periodistas tenemos que usar las técnicas para la comunicación y entender lo que es el soporte. O sea, que tenemos un proceso técnico muy importante.
Estamos formados, por lo menos yo estoy formado, en los periódicos tradicionales. Natural, yo bebí de una fuente del principal periodista de este siglo en Cuba: de Fidel.
Fidel planteó la transformación que es la Revolución por televisión y por radio. Educó al pueblo por televisión y por radio. Y, además, me considero discípulo de Armando Hart.
El periódico Juventud Rebelde en realidad quien lo conformó fue Armando Hart. Porque, bueno, yo estuve en esa etapa y estoy planteando mi testimonio personal. Fue quien nos planteó y discutió mucho con nosotros lo que debía ser el periódico Juventud Rebelde. Nosotros queríamos que Juventud Rebelde fuera órgano de la UJC para seguir lo que estaba pasando en la conformación del Granma. Hart nos dijo que había que pasar por encima de él para eso y lo máximo que aceptó fue que fuéramos “Órgano de la Juventud Cubana”; o sea, eso fue lo máximo que aceptó y estaba claro, estaba muy claro, porque aquello que queríamos hubiera significado una limitación sectaria dentro del ámbito de la juventud cubana.
Entonces, yo planteo hoy que lo que escribí de mi testimonio en mi ponencia, lo entrego y que lo publiquen o no. Lo que ahora estoy contando es que tenemos un problema en estos momentos que yo lo decía el otro día: el problema de las redes sociales, el problema del soporte digital y el problema del periodismo digital.
Yo soy un periodista de máquina de escribir. Yo comencé en 1956 a dirigir una revista de la Acción Católica (en el Colegio de los Hermanos Maristas de la Víbora) que se llamaba Letuanime in Dómino (Dios con nosotros) Revista LID. Desde entonces debo decir que siempre por donde yo he estado he ejercido el periodismo, pero he sido un periodista de máquina de escribir y de linotipo. Ahora me tuve que convertir en un periodista de las máquinas computadoras, tabletas e impresoras digitales.
Nosotros tenemos que debatir este tema y propuse que en el seminario del año que viene (2020) se llevará a debate el problema de las redes sociales; porque las redes sociales están sacando presidentes, están estableciendo mentiras que las están convirtiendo en verdad, están dando informaciones que desorientan y desinforman.
Yo tengo la oportunidad y he debatido con…, bueno, antes primero debo explicar de dónde vengo. El origen mío fue en la Acción Católica en los años cuarenta y cincuenta, y en estos momentos, soy el único dirigente de la Acción Católica en Cuba (Juventud Estudiantil Católica) que ha quedado presente dentro de las filas de la Revolución, el único que quedó como dirigente intermedio en la Revolución, incluso en el Buró Nacional de la UJC. Bueno y de toda esa gente que ahora integran la mafia de Miami, algunos eran condiscípulos míos y con algunos de ellos todavía aún estoy discutiendo, porque me insultan y me dicen cosas que les tengo que rebatir por lo absurdas, falsas y prejuiciadas. Yo entiendo, además, que lo que me están diciendo ellos parte de una visión, que es la que se está publicitando desde allá. Y, ¿por dónde se está publicitando esa visión?: por las cadenas periodísticas que posee el imperialismo; pero fundamentalmente por la televisión, por las redes sociales informáticas que cambian en minutos e influyen muchas veces de forma decisiva en las posiciones de las gentes en general que tiene acceso a ellas. Y yo pienso que eso es lo que nosotros tenemos que debatir profundamente. Porque desde que el periodismo comenzó su base de transmisión está en el soporte, y el soporte y las transmisiones del soporte han ido avanzando y han ido cambiando.
Nosotros no podemos seguir escribiendo solo artículos que después lo publicamos en un papel que sale al otro día, cuando el que tenemos al lado está frente a una computadora, lo está escribiendo y lo está trasmitiendo a millones de personas de inmediato. Ese es el problema que tenemos por delante.
Yo podría plantear muchas cosas más. Nosotros partimos de una ética. Esa ética nos la legó Fidel, con el Sentido de lo que es Revolución; o sea, que cuando nosotros leemos el Sentido de lo que es Revolución, nos damos cuenta de que eso es lo que está faltando en la lucha en nuestro continente; eso es lo que está faltando.
Muchas gracias.
Como complemento de las ideas expuestas, comparto el texto que escribí en un inicio:
Mi testimonio muy personal
En mi anterior participación en el pasado mes de marzo de 2018 en este seminario que ha estado convocado POR ESTO! con similar tema, expresé un recuento histórico del ejercicio revolucionario del periodismo en Cuba en los 150 años de luchas por nuestra identidad nacional e independencia en contra de los poderes fácticos de un imperialismo decadente de distinto y similar signo, ya sea de España o del “norte revuelto y brutal” que nos desprecia. Confieso que perfectamente podría repetir mi intervención que versó al respecto del uso del periodismo en la Revolución cubana desde El Habanero, fundado por Félix Varela a la altura de 1812, con el objetivo expreso de crear conciencia a favor de la independencia de Cuba y en contra del autonomismo que algunos planteaban en la época, después de haberlo intentado infructuosamente él mismo en las Cortes de Cádiz de 1812 con una propuesta de un proyecto de autonomista muy avanzado para su época, que fuera rechazado por los peninsulares. Posteriormente El Cubano Libre, fundado por Carlos Manuel de Céspedes el 17 de octubre de 1868, con ese nombre a propuesta del poeta y combatiente Joaquín Palma; con sus posteriores etapas, la segunda, durante la Guerra de los Diez Años, y la tercera y definitiva, refundado por el Che en la Sierra Maestra insurrecta con Fidel a la cabeza. El Che le dio vida nuevamente a El Cubano Libre en una tercera y definitiva etapa con un editorial escrito por él en octubre de 1957, en el sitio serrano conocido como El Hombrito, en el que expresó concretamente que: “Cuando nuestra Patria estaba en los albores de su existencia como nación independiente, surgió de la manigua la voz magnífica del periódico mambí. Su título era una profesión de fe en el futuro: EL CUBANO LIBRE. ¿Y qué mejor lema para este momento angustiado de nuestra historia? Por eso cuadra una vez más el nombre elegido y desde la manigua redentora se oye la voz que llama a vencer o morir: EL CUBANO LIBRE”.
Por otra parte, debo decir que nuestro Apóstol José Martí fundó el periódico Patria el 14 de marzo de 1892 en Nueva York, actualmente día de la prensa cubana, con el objetivo de “juntar y amar, y para vivir en la pasión de la verdad”. Solo quiero recordar, además, a Radio Rebelde, en la Sierra Maestra también fundada por el Che Guevara, así como a las publicaciones clandestinas del viejo Partido Comunista, Partido Socialista Popular (PSP), Carta Semanal, y la revista Mella de la Juventud Socialista, de la cual fui su último director en la Revolución triunfante. También del uso que en época de la República alcanzada en los primeros años del siglo xx del periodismo como arma de la Revolución que desarrolló el ejemplar Pablo de la Torriente Brau y otros líderes de la época; pero quiero terminar para no cansarlos con Fidel periodista y comunicador por excelencia.
De Fidel podemos decir que como nadie hizo uso de la radio y de la televisión para la ilustración revolucionaria del pueblo.
Vengo, pues, junto con otros compañeros queridos, también combatientes históricos, con especial emoción por haber sido un modesto partícipe directo en esta cadena periodística que ha dado vida y que defiende a nuestra Revolución cubana, a expresar mi ponencia con el título y contenido de “Mi testimonio muy personal” por haber sido el último director del semanario Mella en época de la Revolución triunfante, así como cuando la fundación del periódico Juventud Rebelde, su genuino continuador, de El Caimán Barbudo, publicación de la juventud intelectual cubana revolucionaria, y del periódico El Bayardo, de la Columna Juvenil del Centenario en el Camagüey, en tiempos de la batalla por los diez millones de toneladas de azúcar en los años setenta y, posteriormente, fundador de la Editorial José Martí de publicaciones extranjeras creada en los ochenta como editorial de combate en defensa de la Revolución en las lenguas extrajeras por orientaciones del inolvidable Armando Hart, de quien me considero un discípulo que nunca podrá olvidar a su maestro fidelista. Mientras que en esta última etapa de mi peregrinaje terrenal la estoy culminando desde el año 2008 a la fecha, con el orgullo de ser un colaborador sistemático y permanente del periódico POR ESTO! que fundó y dirige magistralmente don Mario Menéndez, Maestro de Periodistas, de quien he aprendido mucho en mi vida revolucionaria; especialmente de su rebeldía, responsabilidad revolucionaria y su amor por el Che, quien se encuentra en el panteón civil de mis deidades humanas junto con Fidel, que es Fidel con la inspiración final y definitiva en la que quiero culminar mi vida cuando me toque con la condición de que “Periodista soy, no puedo negarlo”, título de un libro de memorias que algún día se publicará.
En consecuencia, para mí específicamente el periodismo es escudo y arma de la Revolución, para construirla y defenderla hasta con las uñas en esta época de amenazas y agresiones del imperialismo revuelto y brutal que actualmente encabeza Mr. Donald Trump.
Desde el punto de vista ético revolucionario
El legado de Fidel sobre lo que es Revolución constituye un concepto magistral en mi criterio por encima de errores y deficiencias manifestadas en el proceso revolucionario cubano que él impulsó decididamente durante toda su vida. Una expresión concreta de lo que debe ser una revolución de utopía y realidades:
Revolución es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado; es igualdad y libertad plenas; es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos; es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos; es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional; es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio; es modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo; es luchar con audacia, inteligencia y realismo; es no mentir jamás ni violar principios éticos; es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas. Revolución es unidad, es independencia, es luchar por nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo, que es la base de nuestro patriotismo, nuestro socialismo y nuestro internacionalismo.
Mi paradigma sociopolítico del cual parto actualmente en lo referido a la interacción de periodismo y Revolución, se encamina hacia los objetivos de crear, desarrollar y defender una república socialista democrática de derecho, transparente, de justicia social, próspera, sostenible, con igualdad de oportunidades, donde la participación y la creatividad sean potenciadas al máximo posible en la que quepamos todos a partir de una concepción sociopolítica fundamentada en un socialismo, próspero, sustentable participativo y democrático que sea factible y sustentable con todos y para el bien de todos, como la soñara José Martí. Todo lo cual se expresa fielmente en la nueva Constitución de la República recientemente aprobada por nuestro pueblo en Referendo el 24 de febrero del presente año.
Muchas gracias y les pido disculpas por el desbordamiento de mis sentimientos, porque cuando tengo que hablar de Periodismo y Revolución no puedo apartarme de lo que ha sido y es mi vida y mis experiencias hasta el final.
Nota
También quiero aclarar que ejerzo el periodismo en primera persona del singular porque estilísticamente soy un seguidor del yo teresiano tal y como se expresaba Santa Teresa de Ávila, la doctora Angélica del Siglo de Oro de la literatura española, del cual confieso que me he apropiado no solo como influencia literaria, sino que principalmente también por convicción propia de que muchas veces para ocultar dentro de los demás pretendidamente incluidos: no buenas intenciones y oportunismos circunstanciales que rechazo y detesto profundamente. Y en lo referido a la definición de lo que es el yo teresiano, cito textual al eminente crítico español Martín Alonso, quien escribió que:
La firmeza del Yo teresiano reside precisamente en dos virtudes compañeras de viaje en su “Camino de Perfección”:1 el amor y la humildad. El yo teresiano tiene el sello de las confesiones sinceras y el amor inflamado de las comunicaciones divinas. Ese yo carmelitano es el sujeto narrativo y autobiográfico de unas andanzas sin fatiga por mesones, caminos y conventos, dama andante de un ideal a lo divino, en la reforma religiosa. 2
Así lo expreso y así lo pienso en mi derecho a opinar con mis respetos para el pensamiento diferente y sin querer ofender a nadie en particular.
Para terminar este capítulo LEP 487, quiero citar algunas expresiones extraídas de mi libreta de notas planteadas por los demás ponentes del tema durante el debate que efectuamos, que considero de importancia añadirlas en mi presente testimonio:
De Jorge Gómez Barata, además de lo que ya he citado al respecto de su intervención en el tema “El Periodismo y contexto Latinoamericano actual”, añado algunos conceptos planteados por él que considero que se deben tener muy en cuenta en el tema Periodismo y Revolución que estoy testimoniando:
- La prensa en América Latina es el fenómeno más relevante de la cultura popular.
- No hay ningún fenómeno editorial que se compare con la prensa.
- La prensa libre, con todas las limitaciones que conocemos, ha sido un elemento de lucha.
- POR ESTO! es un ejemplo de que sí se puede.
- Lo que determina es la voluntad política de hacer prensa.
De Gustavo Robreño, dos importantes criterios que considero no debo obviar en mi testimonio:
- Las redes sociales no hacen periodismo […] no tiene reglas ni ética.
- Mientras que el periodismo se rige por determinadas reglas.
De Pedro Díaz Arcia:
- Es importante mirar atrás para seguir las rutas adecuadas, cualquier espacio puede ser un reto de combate.
- Cuba y México no deben su independencia ni a Bolívar ni a las tropas suramericanas […] hicieron sus propias guerras.
- No se puede ser revolucionario en esta parte de América si no se es bolivariano, juarista, martiano y fidelista.
- Las mujeres son más duras que nosotros.
- POR ESTO! es la conjunción de todo esto.
Por su parte, Manuel Yepe aportó un muy valioso testimonio de su participación en la lucha insurreccional revolucionaria contra el régimen dictatorial, asesino y proimperialista de Fulgencio Batista en Cuba, lucha que dio paso definitivo al triunfo de la Revolución cubana.
El destacado colega Pelayo Terry Cuervo participó con un detallado sistema de proyecciones y esquemas sinópticos con los que planteó un tema de gran actualidad al respecto de qué periodismo necesita la Revolución cubana en la actualidad. En su desarrollo expresó que es imprescindible lograr que el sistema de medios sea eficaz.
Las exposiciones en la mesa de debate fueron abiertas por el destacado intelectual mexicano Alberto Híjar y su hija Cristina Híjar, quienes plantearon una muy valiosa exposición de las iniciativas y medios de lucha periodística de nuevo tipo que están utilizando en la lucha político social de México con resultados muy positivos, lo cual, en mi criterio muy personal, nos fue de gran utilidad a los periodistas cubanos que participamos en el tema.
Al final del debate un participante del público expresó una pregunta ¿Qué es Cuba y a dónde va?, al respecto de la cual escribí mi testimonio en el anterior capítulo.
Continuará.
Notas
1 Publicada en el periódico POR ESTO!, sección de Opinión, de Mérida, Yucatán, México, el jueves 21 de marzo del 2019. https://www.poresto.net/2019/03/21/por-un-periodismo-autentico-2019/
2 Santa Teresa de Jesús: Las Fundaciones. Las Moradas. Biblioteca E-D.A.F. 60, Madrid, España, 1966.
Finalmente, les reitero mi correo electrónico con el propósito de que puedan trasmitirme dudas, criterios, opiniones y preguntas: [email protected]