El 7 de septiembre es una fecha que puede ser relacionada por muchos con uno de los éxitos preferidos de Mecano, la letra canta "El siete de septiembre es nuestro aniversario, y no sabremos si besarnos en la cara o en los labios..." frases que han sido coreadas por generaciones a través de tres décadas desde su lanzamiento.
Nacho Cano es el responsable de la creación de los sencillos que catapultaron a Mecano hacia la fama. Atrás de las composiciones traídas a la vida por la voz de Ana Torroja, existe una gran historia de amor verdadero y dolorosa separación que Cano experimentó a flor de piel.
"El 7 de Septiembre" y "La fuerza del destino" son ejes en una de las historias más bellas y menos destructivas de la historia del pop, la primera corresponde al término y la segunda al nacimiento de la relación que tuvo Nacho Cano con la escritora madrileña Coloma Fernández Armero.
Se conocieron justamente el 7 de septiembre de 1981, en un club nocturno del corazón de España, cuando recién afloraba el fenómeno cultural conocido como Movida Madrileña. Ambos artistas congeniaron enseguida, prendiendo fuego a una muy intensa conexión.
Pese a que los amantes que inspiraron a la fuerza del destino terminaron por separar sus caminos, la amistad entre ellos siempre mantuvo lugar en sus corazones. "Y aunque la historia se acabó, hay algo vivo en este amor" son las palabras que la canción congela en el tiempo, ganándose un lugar nostálgico en la memoria de millones de fanáticos, misma frase que expresa a la perfección los sentimientos de Armero y Cano.
"Me impactó. No me lo podía imaginar. Había pasado bastante tiempo desde que habíamos roto y lo que recuerdo es que no podía ni sospechar algo así. Estuve con Nacho más de ocho años, fue una historia preciosa, intensa, muy potente un amor enorme. Yo solía pensar que iba a ser muy difícil superar aquello si se acababa, que sería dificilísimo y que estaba viviendo algo muy importante en mi vida"
Declaró la poeta Coloma para una entrevista con Vanity Fair, donde también admitió que la primera vez que escuchó la canción, supo que la ruptura era definitiva y que Nacho compartía ese pensar.
A pesar de que el noviazgo había quedado atrás, Coloma y Nacho continuaron reuniéndose cada año, el 7 de septiembre, para festejar el día en que se conocieron. Lejos de recordar la ruptura y el dolor, celebraron juntos por mucho tiempo más las experiencias y aprendizajes que compartieron durante el tiempo que estuvieron juntos como novios, y después como amigos.
"Nos habíamos separado en diciembre y el siguiente 7 septiembre nos fuimos a La Parra, un restaurante que a Nacho le gustaba mucho y celebramos nuestro primer aniversario de separados. Ambos teníamos mucho respeto y mucha cautela, guardamos muchísimo las distancias en aquella comida, recuerdo que intentábamos no revolver el tema"
Esta historia de amor es y seguirá siendo conmemorada cada vez que sus canciones suenen, trayendo de regreso el eco de una de las relaciones más bellas en la industria de la música.
Por Redacción Digital Por Esto! MF