En 73 años de matrimonio con la reina Isabel II, el duque de Edimburgo sembró una fama de mujeriego de la cual no pudo escapar. Artistas, escritoras, aristócratas y hasta familiares de su propia esposa, fueron blanco de sus conquistas aunque jamás confirmó ninguna de ellas. “Siempre le ha gustado mirar escaparates, pero nunca compra”, afirmó una fuente cercana a la familia real británica. Sin embargo, los expertos dicen otra cosa.
El primer nombre de una supuesta amante de Felipe que se conoció fue el de la escritora de ‘Rebeca’, Daphne Du Maurier. Fuentes cercanas dicen que su relación era emocionalmente íntima pero que no tenían ningún vínculo sexual. Aunque muchos expertos reales aseguran que el duque pasó todo un fin de semana en Cornualles con ella cuando estaba a punto de casarse, allí el esposo de Isabel II expuso sus dudas respecto al matrimonio.
Pero eso no queda así, un año después de casarse y estando la reina embarazada de su primer hijo, el príncipe Carlos, el duque de Edimburgo visitó el camerino de la actriz Pat Kirkwood, aunque él jamás confirmó el romance. Sin embargo, fue la propia artista quien muy enojada habló con la prensa y dijo: “Mi vida hubiera sido mucho más fácil si, en lugar de haber entrado en mi camerino sin ser invitado, el príncipe Felipe se hubiera ido a casa con su mujer embarazada esa noche en cuestión”. A Pat le molestó que su alteza real no haya desmentido el rumor y también aseguró que jamás pasó nada.
Otra mujer que se suma a la lista de amantes de Felipe es la cantante francesa Hélène Cordet, quien además fue su amiga de la infancia. Por otra parte, el verdadero escándalo fue cuando se relacionó al duque de Edimburgo con nada más ni nada menos que la prima de Isabel II, Alejandra de Kent, quien era una persona a la cual la reina consideraba su íntima amiga.
Pero la que sin dudas fue la preferida del duque de Edimburgo es la aristócrata lady Penny Brabourne, a quien conoció en 1975 en un partido de polo por ser la novia de uno de sus ahijados, desde ese entonces eran “amigos”. Incluso la relación amorosa entre ellos estaba tan blanqueada hacia lo interno que la misma reina Isabel II la invitaba a diferentes eventos en el Palacio de Buckingham. En una ocasión, Felipe fue consultado al respecto y respondió con contundencia: “Pero por el amor de Dios. ¿Alguna vez te has parado a pensar que desde hace años no voy a ninguna parte sin que un policía me acompañe? ¿Cómo demonios iba a esconder una cosa así?”.
Con información de Vanity Fair.
FDCA