Entretenimiento / Virales

Ash Soto, mujer con vitiligo que se volvió famosa tras convertir su cuerpo en arte: FOTOS

Dragon Ball. Pokémon, La noche estrellada, o Los Simpson son algunos de los personajes que plasma en su cuerpo
El vitiligo es una enfermedad que afecta a 1 de cada 100 personas / Instagram

Ash Soto, quien fue diagnosticada con vitiligo a la edad de 12 años cuando le apareció una pequeña mancha en el cuello que pensó que era a consecuencia de exponerse al sol. 

Ash asegura que después de 6 meses de ser diagnosticada la aparición de manchas fueron manifestándose por todo su cuerpo, abarcando los codos, ojos, pies y el resto del cuello.

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La mujer afirma que su vida dio un giro de 360º, ya que atravesaba por la separación de sus padres y el bullying entre sus compañeros era cada día peor.

La enfermedad según estudios el vitíligo es una enfermedad sumamente visible que puede afectar mucho psicológica y emocionalmente, Ash cayó en depresión a una corta edad.

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El peso psicológico no fue lo único que tuvo que enfrentar, la puertorriqueña ya que al estar expuesta a los rayos UV las áreas del cuerpo que perdieron pigmentación suelen convertirse en ampollas.

Cuando Ash Soto estaba por cumplir 19 años, evaluó cuántas cosas había dejado de hacer desde que recibió el diagnóstico y quiso cambiar lo que estaba viviendo. Pidió ayuda a su familia pero también empezó a escribir frases más optimistas en un diario: “Soy hermosa”, o “yo valgo” hasta convencerse de que era cierto, como había creído antes los insultos de sus compañeros.

La puertorriqueña miraba internet y se dio cuenta que no existía un modelo a seguir que sea como ella: “En Instagram hay una expectativa de cuerpo perfecto, pelo perfecto, todo perfecto. Y eso no es verdad”.

Decidió subir una foto mostrando su cuerpo y las manchas en él, pero antes lo habló con toda su familia para estar segura de que iba a recibir apoyo.

Las respuestas fueron positivas y con el tiempo vino el arte. Por un accidente afortunado, mientras pintaba se manchó el brazo y por curiosidad quiso ver cómo sería dibujar el contorno de las marcas de vitiligo, cuando terminó fue corriendo a mostrarle a su mamá: “¡Tengo el mundo en la piel!”.

Desde entonces probó con cada estilo que se le ocurrió: Dragon Ball. Pokémon, La noche estrellada, o Los Simpson.

Hoy ve su cuerpo como un lienzo y crea nuevas obras cada día, pero espera que su historia pueda a futuro ayudar a más chicos con vitiligo que no encuentren en su entorno a personas que se parezcan a ellos.

CA