Céline Centino, es una de las influencers que hoy en día, el público considera como una de las más hermosas dentro del basto universo del internet y las redes sociales, siendo ampliamente elogiada por su belleza, además de su trabajo de estilista, y aunque pudiera parecer una vida envidiable, esto no siempre fue así para la hermosa chica.
Antes de ser parte del selecto grupo de "personas perfectas" en redes, Céline era la típica niña que sufría de bullying desde pequeña, lo que la dejó muy afectada por mucho tiempo hasta que tomó la decisión de hacer las pases consigo misma y su aspecto, motivo por el que no tuvo ningún problema ni complejo al recurrir a la cirugía estética.
Una vez que tuvo claro el objetivo, la chica comenzó a hacer su mayor esfuerzo para ahorrar lo suficiente y cumplir con lo que ahora era un sueño, pues el objetivo principal era llegar a sentirse a gusto con ella misma; proceso que tal vez le costó millones pero que a cambio, nunca más le volvió a faltar autoestima.
Hoy en día, Céline Centino es una 'rockstar' en Instagram, luciendo una belleza sin igual y una figura espectacular, conjunto en el que ha trabajado a partir del 2013, sometiéndose a distintos procedimientos estéticos que la convirtieron una persona totalmente nueva a quien solía ser, aunque este era su objetivo.
¿Cuáles son las cirugías que se realizó Céline Centino?
La influencer no tiene un sólo gramo de pena al reconocer todos estos "retoques" y es ella misma quien habla de ellos, pues de acuerdo con lo que ha declarado, sus cirugías se pueden enlistar en: relleno en las mejillas, volumen en los labios, barbilla perfilada, bótox, mamoplastía y muchas más.
En cuanto a lo que la motivo a hacer esto, Centino comentó: “Siempre fui una persona feliz, pero no me sentía bien. Mucha gente me juzgó porque era ‘fea’ y me convertí en una persona triste”.
Definitivamente, uno de los factores principales que la llevaron a ésto fue el bullying sufrido en su infancia a causa de su aspecto y apariencia física, pues la molestia era tan grande que incluso inventaba que tenía malestares físicos par evitar ir a la escuela y evadir las constantes burlas.
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“Los niños me decían que mi cara se veía como basura, que mi estilo era feo...fui intimidada a diario, y siempre se trataba de algo nuevo, ya sea que me veía como un chico porque no tenía pechos, o mi trasero era demasiado gordo.
Sin embargo, en algún momento, la agresión pasó de ser verbal a física, pero esto nunca lo supieron sus padres debido al miedo que ella sentía de contarlo, aunque más adelante esto sería lo que la motivaría a verse y sentirse mejor para ser segura de sí misma y evitar que este hostigamiento la siguiera en su vida adulta, dándole de paso, una lección a quienes se atrevieron a decirle "fea".
MA