La Ciudad de México vio nacer, crecer, triunfar y morir a Mario Moreno “Cantinflas”, un hombre que de modo magistral personificó al “peladito, vagabundo y marginal” que empieza sin decir nada y termina diciendo mucho para consagrarlo en un héroe cinematográfico.
Desde muy pequeño realizó diversos trabajos, bolero, mandadero, cartero, taxista, empleado de billar, boxeador y hasta torero, algunos de los cuales posteriormente interpretó en sus películas. Su salto a la pantalla grande lo hizo gracias a su personalidad divertida que lo enroló en una compañía de cómicos ambulantes, la cual le dio popularidad y las bases para lanzarse al estrellato.
Cantinflas filmó muchas de sus películas en Ciudad de México, porque era su lugar favorito en la tierra. Por ejemplo "El Barrendero" uso como locación principal las calles de Lomas de Chapultepec. En esa zona está uno de los parques mas grandes del país, el Bosque de Chapultepec, también el Museo Nacional de Historia Castillo de Chapultepec, y Papalote, Museo del Niño de Chapultepec.
Vale la pena pasar todo un día en ellos. "Entrega inmediata" y "El bombero atómico" fueron otras películas de Cantinflas rodadas en calles de la Ciudad de México. Ademas Cantinflas filmó en la capital una de sus últimas películas, "El patrullero 777", en la cual interpreto a un honrado policía dando lecciones a todos.
Cantinflas muere en 1993 por cáncer de pulmón (desde la muerte de su esposa fumaba dos cajetillas de cigarros al día) en su casa de Lomas de Vista Hermosa y sepultado en el Panteón Español en la alcaldía Miguel Hidalgo de la CDMX en la misma cripta que sus padres, suegros y Valentina.
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AR