Si bien Freddie Mercury era gay, en su vida hubo una importante mujer a la que llamaba su esposa. Tan es así, que heredó una lujosa mansión valorada en 22.5 millones de euros, así como la mitad de su fortuna. Se trata de Mary Austin; una mujer que estuvo siempre al lado del intérprete de “I Want To Break Free”.
La historia entre ellos dos fue hasta cierto punto de fidelidad con una mujer, ya que a pesar de que sostuvo relaciones con varios hombres, Freddie veía en Mary una persona importante.
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Ellos duraron seis años de relación y aunque nunca se casaron, para Mercury siempre fue su esposa, incluso la llamaba así frente a sus parejas sentimentales.
La revelación sobre su verdadera orientación sexual fue dada a conocer en 1976, aunque Mary ya había notado un comportamiento poco usual en su persona. “Sabía que no estaba siendo sincero consigo mismo”, dijo tiempo después.
A pesar de todo, el tiempo que duraron juntos fue como un matrimonio. “Creemos el uno en el otro. Todos mis amantes me han preguntado por qué no podrían reemplazar a Mary. Es porque es sencillamente imposible, declaró Mercury.
Aunque seguían su relación como amigos, Mary decidió hacer su vida. Se casó con el empresario llamad Piers Cameron y tuvo dos hijos. De uno de ellos fue padrino.
Tras la muerte de Freddie, un 24 de noviembre de 1991, en su testamento recompensó el apoyo de Mary; le dejó su mansión de Garden Lodge y la mitad de su fortuna, así como futuras ganancias por derecho de autor.
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Con información de El País
JG