La muerte de la cantante brasileña, Elza Soares, ha dejado un vacío en la cultura de esa nación, ya que fue una de las grandes artistas reconocidas por su extraordinaria voz y su talento, además de su capacidad de adaptarse a los cambios musicales.
Fue un ícono de la música brasileña, considerada como una de las mayores artistas del mundo, la cantante elegida como la Voz del Milenio, tuvo una vida apoteósica, intensa, que emocionó al mundo con su voz, su fuerza y su determinación.
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Tras la muerte de la cantante Marília Mendonça en 2021, quien perdió la vida en un accidente de avión, la muerte de Elza Soares será una de las pérdidas más grandes de la industria musical en Brasil.
Elza Soares nació en una favela de Río de Janeiro el 23 de junio de 1930, su padre fue su gran maestro en la música, destacada compositora de distintos géneros como samba, bossa nova, música pop brasileña, entre otros.
Su vida estuvo llena de violencia, fue obligada a casarse a los 12 años y a los 13 tuvo a su primer hijo, su primer esposo la golpeaba, incluso en alguna ocasión le disparó en un brazo, aunque él murió cuando ella tenía 21 años y cinco hijos, por lo que se tuvo que hacer cargo de ellos sola.
Debutó de manera amateur en 1953 en un concurso, al cual ingresó para mantener a sus cinco hijos, cabe destacar que aquel concurso lo ganó; asimismo, la cantante fue discriminada por su imagen, pero su voz imponía respeto en donde se parará.
Sostuvo una relación con el futbolista Garrincha, en ese momento la dictadura los expulsó de Brasil, por lo que tuvieron que vivir en Italia, sin embargo, tuvo que lidiar con el alcoholismo de la figura del futbol, así como con sus maltratos; la pareja tuvo solamente un hijo, quien falleció en 1984, hecho que deprimió a la cantante al grado de querer quitarse la vida.
En aquel momento, Soares dejó la música y durante diez años se mantuvo alejada de los escenarios, fue hasta 1994 que regresó y nunca más detuvo su carrera.
Elza Soares es un ejemplo de superación: atravesó una vida marcada por la miseria y la violencia, pero nunca se dio por vencida, cantó y le sonrió a la vida.
Su último lanzamiento fue en el 2019 con el disco "Planeta Fome" con el cual, la cantante siempre destacaba su capacidad de adaptarse a los nuevos estilos musicales.
"Sigo el clima, no soy cuadrada, aquí no hay que quedarse quieto. La cosa es caminar. Siempre camino con el clima", comentó la artista en una entrevista para el portal G1.
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JAL