La nueva serie de Netflix, ‘Inventing Anna’, está inspirada en la historia de Anna Delvey, también conocida como Anna Sorokin, y su ascenso en la élite neoyorquina a base de estafas y engaños.
La serie limitada creada y producida por Shonda Rhimes tiene como protagonistas a Julia Garner y Anna Chlumsky, y se basa en el artículo de la revista New York Magazine “How Anna Delvey Tricked New York’s Party People” de Jessica Pressler.
Por lo tanto, se trata de una historia real que, aunque acaparó los titulares desde 2017 empezó algunos años antes, cuando Anna Delvey, que en realidad se llama Anna Sorokin, comenzó a destacar en la alta sociedad de Nueva York.
Anna Sorokin nació en Rusia, en las afueras de Moscú, en una familia de clase trabajadora. Cuando tenía 16 años, su familia se mudó a Alemania. Esta es la causa del acento irreconocible de Anna. Suena "europeo", pero eso es todo.
En 2011, tras graduarse de la escuela secundaria, viajó a Londres para asistir a Central Saint Martins, luego trabajó como pasante en una empresa de relaciones públicas y se trasladó a París para comenzar una pasantía para un revista de moda.
Después de su viaje a la ciudad de Nueva York para asistir a la Semana de la Moda de Nueva York 2013, Anna decidió quedarse en esa ciudad fingiendo ser una rica heredera e inventó la idea de la “Fundación Anna Delvey”.
Poco a poco, Anna comenzó a abrirse camino en los círculos de la alta sociedad, hizo varios contactos y empezó a llevar una vida llena de lujos, y por supuesto, comenzó a estafar a personas importante.
En agosto de 2017, la suerte de Anna e acabó cuando comenzó a ser investigada por robo y fraude. Finalmente, fue acusada de seis delitos graves y un delito menor por falsificar documentos del banco para la Fundación Anna Delvey y quedarse sin hoteles después de acumular facturas de decenas de miles de dólares.
Obtuvo un préstamo de 100.000 dólares en Citibank para cubrir los costes de un anticipo para Fortress Investment Group, quien a su vez creía que el dinero y las declaraciones falsificadas eran prueba suficiente para demostrar que iba a recibir 60 millones de dólares.
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AR