Los retrasos son comunes, ya sea por problemas técnicos o climatológicos. Sin embargo, hay situaciones excepcionales que pueden hacer que un avión tenga que regresar de vuelta hacia su lugar de origen.
Una de estas circunstancias inusuales se produjo recientemente en un vuelo de la compañía Delta Airlines con destino a Barcelona.
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Lo que hizo que este vuelo se volviera tan extraordinario fue la emergencia de un pasajero que sufrió una fuerte diarrea en pleno vuelo, lo que obligó a la tripulación a tomar medidas drásticas para garantizar la seguridad de todos a bordo.
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El vuelo Delta Airlines, un Airbus A350, partió con un retraso de 8 horas desde el aeropuerto de Atlanta con destino a Barcelona. Sin embargo, poco después de que el avión estuviera en el aire durante aproximadamente una hora, ocurrió algo completamente inesperado. Un pasajero comenzó a experimentar una fuerte diarrea, que se dispersó por todo el avión. Esta situación creó una escena rocambolesca, con el pasajero y los demás ocupantes del avión enfrentando una situación incómoda y potencialmente peligrosa.
El piloto y la tripulación rápidamente tomaron la decisión de informar a la torre de control sobre la emergencia y dar la vuelta hacia Atlanta. Una vez que la decisión se tomó, el avión aterrizó nuevamente en Estados Unidos, específicamente en el aeropuerto de Atlanta, aproximadamente a las 22:39 horas de la noche. Los pasajeros, sorprendidos y desconcertados, tuvieron que esperar varias horas mientras se llevaba a cabo una intensa limpieza del avión.
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LG