José Luis Calva Zepeda, nacido el 20 de junio de 1969 y fallecido el 11 de diciembre de 2007, se ganó una notoriedad macabra como asesino en serie en México.
El caso de José Luis Calva Zepeda, conocido como “El caníbal de la Guerrero”, representa uno de los episodios más oscuros y perturbadores en la historia criminal de México.
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Este asesino serial, que también se desempeñó como poeta, dejó una marca indeleble en la sociedad mexicana por la naturaleza macabra de sus crímenes.
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Originario de la Ciudad de México, Calva Zepeda vivió una vida marcada por el abandono y la tragedia desde su infancia.
A pesar de sus aspiraciones literarias, su nombre no se relaciona con las letras, sino que quedaría eternamente asociado al crimen y la brutalidad.
Los crímenes que conmocionaron a la Guerrero
Alcanzó fama internacional como "El Poeta Caníbal" o "El caníbal de La Guerrero" tras su arresto el 8 de octubre de 2007, acusado de canibalismo y el asesinato de tres personas.
Fue en la colonia Guerrero de la Ciudad de México, donde Calva Zepeda cometió sus actos más infames.
La policía descubrió restos humanos en su departamento, evidencia de que no solo asesinaba a sus víctimas, sino que también practicaba el canibalismo.
Cada crimen revelaba un patrón de violencia y deshumanización hacia sus víctimas, mayoritariamente mujeres.
A pesar de su autoproclamada carrera como escritor, poeta y dramaturgo, no hay evidencia concreta de publicaciones de sus obras literarias, que abordaban temáticas de terror, novela negra y poesía de corte tétrico-romanticista.
Calva Zepeda enfrentó acusaciones por el desmembramiento y consumo de partes de sus víctimas, todas mujeres.
La policía lo detuvo tras una denuncia de los familiares de Alejandra Galeana Garavito, una mujer de 32 años y madre de dos hijos, a quien desmembró en su domicilio.
Aunque admitió el asesinato el 16 de octubre de 2007ante la entonces Fiscalía del Distrito Federal, negó haber cometido actos de canibalismo, a pesar de los hallazgos de las autoridades que indicaban lo contrario.
El descubrimiento del cuerpo de Alejandra Galeana, reportada como desaparecida el 5 de octubre de aquel año, se realizó dentro de un armario en su casa, con partes de su cuerpo esparcidas en el refrigerador y un antebrazo cocinado en la sartén.
Este macabro hallazgo se complementó con la confesión de Calva Zepeda en el Hospital de Xoco, a donde fue trasladado tras lesionarse al intentar huir de la policía.
Además, se le relacionó con el asesinato de otra exnovia y una trabajadora sexual, ambos crímenes con similitudes en el método de descuartizamiento.
El 18 de octubre, se revelaron más detalles sobre su historial de violencia, incluida la agresión a otra exnovia, Olga Livia, a quien sometió a prácticas sexuales extremas.
La muerte de Calva Zepeda en prisión, el 11 de diciembre, supuestamente por suicidio, está rodeada de controversia, con alegaciones de tortura y maltrato por parte de otros reclusos, según declaraciones de su familia.
Aunque José Luis Calva Zepeda se autodefinió como escritor, su única obra conocida es una novela inédita, "Instintos Caníbales o 12 Días", encontrada en su apartamento, que nunca llegó a publicarse y hoy se considera perdida.
Este caso sigue generando interés y debate sobre las profundidades de la mente criminal y el fenómeno del canibalismo en la sociedad contemporánea.
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