El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salmán, calificó de “incidente repulsivo” el asesinato del periodista crítico con el reino Jamal Khashoggi, en sus primeras declaraciones sobre este caso que provocó un escándalo internacional
ESTAMBUL, Turquía, 24 de octubre (EFE/AP/AFP).- Un pozo en la residencia del cónsul de Arabia Saudita en Estambul centra la investigación de la Policía turca sobre la desaparición y muerte, hace tres semanas, del periodista crítico saudita Jamal Khashoggi, informan hoy medios locales.
La inspección del pozo, de 25 metros de profundidad, no pudo llevarse a cabo en un primer momento debido a que las autoridades sauditas no habían dado el permiso correspondiente para registrar el jardín y el pozo en él ubicado, una autorización necesaria al tratarse de un edificio diplomático, según la agencia Anadolu.
La cadena NTV señaló más tarde que ese permiso ya se ha concedido y que los bomberos podrían comenzar en breve la búsqueda, aunque no se ha especificado cuándo se llevará a cabo.
La residencia del cónsul se encuentra a 200 metros del consulado, donde Khashoggi desapareció el 2 de octubre tras acudir, con cita previa, a recoger unos documentos.
En un primer momento, Riad afirmó que el periodista había abandonado vivo la oficina diplomática, luego dijo que murió accidentalmente durante una pelea dentro del consulado y hoy el príncipe heredero saudita, Mohamed bin Salman, calificó el homicidio de “incidente odioso”.
Un grupo de expertos policiales turcos registró durante nueve horas la residencia consular el miércoles pasado, pero no pudo bajar al pozo por el riesgo de presencia de gas metano, indicó NTV.
Los agentes llamaron a un equipo de bomberos, pero Arabia Saudita le denegó la entrada, al no figurar en la lista de personas previamente acordada, agregó la fuente.
Por otra parte, varios medios difundieron hoy imágenes de un coche negro con matrícula diplomática que entró el 1 de octubre, un día antes de la muerte de Khashoggi, en una zona del Bosque de Belgrado, en el norte de Estambul.
Las imágenes, obtenidas tras visionarse 2.000 horas de filmación de 137 cámaras de vigilancia y de tráfico, muestran a un vehículo que circula lentamente, como si estuviera buscando un lugar concreto.
El príncipe heredero habló hoy por primera vez para asegurar que los autores de este “incidente odioso” rendirán cuentas a la justicia, algo que hará en colaboración con Turquía.
Sentado frente a centenares de asistentes que han acudido a la segunda jornada del principal foro inversor en Arabia Saudita, el príncipe heredero se mostró relajado pero serio al hablar de un crimen que ha provocado el boicot masivo del denominado “Davos del desierto”.
“Este incidente fue realmente doloroso para todos los sauditas. Y es doloroso para cada ser humano en el mundo, es un incidente odioso que no puede ser justificado”, afirmó sentado junto al primer ministro libanés, Saad Hariri, y el príncipe heredero de Baréin, Salman bin Hamad al Jalifa.
“Sin duda, la cooperación actual con el Gobierno turco es única y muchos están intentando usar este doloroso asunto para crear una fractura”, afirmó con un semblante serio y una enorme expectación en la sala abarrotada, al tiempo que dijo que “no podrán hacerlo”.
Afirmó que eso no sucederá mientras haya “un rey llamado Salman bin Abdulaziz, un príncipe heredero llamado Mohamed bin Salman en Arabia Saudita y un presidente en Turquía llamado (Recep Tayyip) Erdogan”.