Internacional

Florida: 'Zona cero” de la polarización electoral de EE.UU.

Como un reflejo de la aguda polarización política en el país, los candidatos republicanos y demócratas a los puestos más importantes que están en juego en Florida (EE.UU.) se mantienen en tablas para las elecciones del próximo 6 de noviembre.

A trece días de las elecciones, el senador demócrata Bill Nelson no logra despuntar completamente de la contienda contra el gobernador de Florida, el republicano Rick Scott, que busca desbancarlo de su puesto en la cámara alta.

Lo mismo sucede en la competencia por la Gobernación, en la que dieron las sorpresas en las primarias el demócrata Andrew Gillum, avalado por el expresidente Barack Obama y el senador Bernie Sanders, y el republicano Ron DeSantis, el apadrinado del presidente Donald Trump.

“El país está bien polarizado, lo estaba antes de la llegada de Trump a la Casa Blanca y ahora esa polarización se ha profundizado”, aseguró a Efe Frank Mora, director del Instituto de Latinoamérica y el Caribe de la Universidad Internacional de Florida (FIU).

El experto señaló que las contiendas se mantienen “reñidas” pese al repunte en los sondeos que han tenido por estos días los demócratas Nelson, Gillum e incluso Donna Shalala, quien busca reemplazar por el Distrito 27, a la republicana Ileana Ros-Lehtinen, que anunció su retirada el año pasado.

“La situación está muy cerrada y es difícil de predecir”, dijo por su parte Jorge Duany, profesor de FIU.

El factor decisivo, señaló, va a ser hasta qué punto los votantes de uno u otro partido se sientan motivados para salir a votar.

Duany matizó que en el caso de la Gobernación hay una diferencia racial (Gillum es afroamericano) que va a ser importante en esta competencia marcada también por la “radicalización”, pues uno y otro están en las alas más extremas de sus partidos.

Los expertos han atribuido a Gillum, de 39 años y proveniente de una familia humilde, una capacidad de entusiasmar que han comparado con la que en su momento despertó el expresidente Obama.

Entre tanto, asiduo invitado del canal conservador Fox, DeSantis, un abogado de 40 años educado en Yale y Harvard y veterano de la guerra de Irak, se dio a conocer entre los electores con un aviso de campaña para las primarias en el que se le veía construyendo junto con uno de sus hijos un muro con cajas de regalos, lo que se consideró un “guiño” al muro fronterizo de Trump.

Duany señaló que factores como la caravana de inmigrantes centroamericanos que está en camino a Estados Unidos pueden influir en el voto de los republicanos, mientras que el proceso de elección de Brett Kavanaugh como juez del Tribunal Supremo puede tener impacto en el voto demócrata.

Pese a que como dijo hoy Hillary Clinton en Miami EE.UU. vive un “tiempo de profundas divisiones”, Mora recordó que no es “inusual” que en Florida sean bastantes reñidas las elecciones y recordó que Obama ganó en este estado por menos de un punto en 2012 y Trump por 1,2 en 2016.

Es el caso del escaño en juego por el estado de Florida en el Senado, el del demócrata Nelson, que además se perfila clave para la batalla por la mayoría de esta cámara en Washington y de paso para el futuro de la agenda de Trump.

Cerrada como la pelea Scott-Nelson hay unas seis en el país, legislado por una mayoría de 51-47 en el Senado, un margen aún más ajustado por dos senadores independientes que usualmente están del lado demócrata.

Florida además tiene en juego el 6 de noviembre sus 27 escaños de la Cámara de Representantes federal, entre ellos el de Ileana Ros-Lehtinen, la republicana cubano-estadounidense, que se ha ido “estirando” hacia el lado demócrata en la última década, según Mora.

El analista señaló que es sorprendente que esté disputado este distrito, de gran población cubana, donde la excandidata demócrata a la Presidencia Hillary Clinton, que hoy estuvo en Miami, lo ganó por más de 16 puntos.

Por este escaño, en el condado de Miami-Dade, se enfrentan Donna Shalala, exsecretaria de Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), y la periodista cubano-estadounidense María Elvira Salazar.

Mora dijo que pese al gran factor de reconocimiento entre la comunidad hispana que tiene Salazar por sus años en la televisión y por hablar español, carece de “una plataforma política” que le sirva de ayuda para distanciarse de Shalala.

(EFE)