En el apogeo de su infame carrera, James "Whitey" Bulger, el asesino y jefe de la mafia de Boston, solía ser intocable.
Bulger, cuyo sangriento reinado en el inframundo de Boston fue ayudado por agentes del FBI en la década de 1980, y quien más tarde estuvo en la cárcel por 16 años, logró vivir de incógnito en la costa de California. No obstante, hoy fue encontrado muerto. Tenía 89 años.
La Oficina de Prisiones confirmó que Bulger fue encontrado sin respuesta en una penitenciaría en Bruceton Mills, West Virginia. El personal intentó medidas de salvamento y el médico forense del condado lo declaró muerto. No hubo otros detalles disponibles de inmediato.
Aunque era notorio en Boston, Bulger era un desconocido para el mundo en general hasta después de su desaparición en 1994. En su ausencia, sus secretos más oscuros, incluyendo sus vínculos corruptos con agentes del FBI, fueron revelados gradualmente en audiencias judiciales, revelaciones en los medios y consultas del Congreso. Se convirtió en una curiosidad nacional, compartiendo espacio con Osama bin Laden en la lista de los 10 más buscados por el FBI.
Capturado en Santa Mónica, California, en 2011, el Sr. Bulger fue condenado a dos periodos consecutivos de por vida, más cinco años después de que un jurado de Boston lo condenó por 31 delitos de extorsión. La acusación en su contra catalogó 19 supuestos asesinatos, y fue declarado culpable de ordenar o llevar a cabo 11 de ellos.
Sin embargo, en 2015, después de que tres colegialas le escribieran en la cárcel como parte de un proyecto de historia, en busca de sus puntos de vista sobre el "liderazgo" y el "legado", el ex pandillero octogenario respondió con una miserable carta.
En el Coleman II, la penitenciaría federal en Florida, llenó una hoja de cuaderno de notas, lamentándose: "Mi vida fue desperdiciada y gastada tontamente, trajo vergüenza más sufrimiento a mis padres y hermanos y terminará pronto".
Sr. Bulger, apodado Whitey, en su juventud, fue hermano de William M. "Billy" Bulger, un legislador demócrata del estado y jefe del gobierno de Massachusetts. La suya fue una epopeya familiar: un cuento de dos hermanos, cada uno despiadado a su manera, y cada uno siempre leal al otro, que ascendió al poder por medios diferentes desde un comienzo difícil en la clase trabajadora del sur de Boston.